Mallorca, Menorca, Eivissa y Formentera se presentaron con proyectos independientes en octubre de 2015 al Plan Nacional de Ciudades Inteligentes, convocado por Ministerio de Industria, Energía y Turismo. Esta convocatoria tuvo un éxito de participación rotundo y contó con la participación de todas las islas de la comunidad canaria y balear, que presentaron proyectos por valor de más de 69 millones de euros, aunque el programa Islas Inteligentes –parte del concepto Ciudades Inteligentes– solo contaba con un presupuesto de 30 millones.
Sin embargo, y con gran sorpresa por mi parte, al día de hoy no se ha dado a conocer ningún resultado, positivo o negativo, por parte del Ministerio convocante o las comunidades autónomas.
Sí he podido leer en la prensa extranjera acerca de la visita de una delegación del Comité Consultor de Economía de la Unión Europea, organizada por la Cámara de Comercio, para informarse de los proyectos en curso para hacer de Balears un destino inteligente (“smart”) en el que el conseller de Treball, Comerç i Indústria, Iago Negueruela, informó que en el programa, también denominado e-commerce e innovación, “se considera en este proceso el impacto económico que representa uno de los objetivos principales: la ampliación de la temporada turística y el crecimiento de los visitantes en temporada baja”.
Este invierno ya hemos experimentado las primeras señales de cambio en este sentido, aun sin contar con el apoyo del Palacio de Congresos –todavía no operativo– pero articulado sobre la diversificación del producto turístico (oferta) y el incremento de vuelos esencialmente de Escandinavia y Gran Bretaña, fuera de la temporada alta.
Estoy convencido de que en las islas tenemos el conocimiento académico, el espíritu innovador, la voluntad de las instituciones y de los sectores económicos para impulsar una estrategia del cambio de Islas Inteligentes y responder al diagnóstico presentado con mucho rigor por el equipo de Impulsa.
He leído varia veces la definición de Smart City –ciudad inteligente– en Wikipedia, y la definición que he encontrado se acerca perfectamente a nuestra situación. Dice así:
“La ‘ciudad inteligente', a veces también llamada ‘ciudad eficiente', se refiere a un tipo de desarrollo urbano basado en la sostenibilidad que es capaz de responder adecuadamente a las necesidades básicas de instituciones, empresas y de los propios habitantes, tanto en el plano económico como en los aspectos operativos, sociales y ambientales (y en nuestro caso el turista interno e externo)”.
Es hacia este concepto integrador u “holístico” de “ciudad ( o islas ) inteligentes” , incluyendo los aspectos económicos, sociales, de gobernanza, medio ambiente etc, al que queremos pertenecer, y por ello desde Balears.t, y gracias a las actividades desarrolladas por sus socios, representantes de la UIB, los Clústers de Innovación, el mundo empresarial transversal, hotelero, pymes, industria, agricultura, apoyamos las iniciativas confluyentes e integradoras.
¿Para cuándo Islas Baleares Smart Islands?
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