Durante 2013 se incrementó el número de contratos por tercer año consecutivo, aunque los de carácter indefinido sumaron un descenso respecto a 2012 del 13,5%. En cambio, los temporales aumentaron un 9,3%. El cambio más sustancial, que se está consolidando con el paso de los años, es el aumento del número de contratos, ya sean indefinidos o temporales, a tiempo parcial.
En este sentido, el número de contratos indefinidos a jornada parcial se ha incrementado en 6.374 de 2006 a 2013. El aumento en los temporales ha sido de 4.857. Estas cifras tienen especial valor si consideramos que el número de contratos a jornada completa se ha reducido de forma drástica desde el inicio de la crisis. En 2006 había 139.632 afiliados con contrato indefinido a jornada completa, llegaron a ser 152.703 en 2008, pero al acabar 2013 solo eran 118.628. Es decir, 21.004 menos que en 2006, 34.075 menos que en 2008 y 5.001 menos que en 2012. Los contratos temporales a jornada completa han sufrido un descenso aún más acusado, cerrándose 2013 con un total de 60.139. En 2006 fueron 109.043 y en 2012 eran 60.308.
Por otra parte, las estadísticas reflejan un claro descenso de la tasa de temporalidad -porcentaje de contratos temporales sobre el total de asalariados-. En 2006, la tasa alcanzaba en Balears el 33,5%, un año después era del 29,1% y se cerró 2013 con un 25,1%, después de aumentar un punto respecto a 2012.
Repartir el trabajo es una de las soluciones para solventar el problema del desempleo, aunque comporta serias contraindicaciones. La más imporatnte, sin duda, es que cada día son más los trabajadores que tienen dificultades para garantizar su sostenibilidad económica. Trabajar ya no es un síntoma inequívoco de bienestar. Ni mucho menos. De hecho, tanto trabajadores a tiempo completo, pero con baja retribución, como a tiempo parcial, pueden estar en riesgo de exclusión social.
La estadística de 2013 refleja que un total de 55.970 personas tenía un contrato a jornada parcial de las que el 69,6% eran mujeres (38.946). El peso de la parcialidad es así mucho mayor entre las mujeres (21,2%). La lógica indica que las mujeres firman muchos más contratos a tiempo parcial para poder conciliar la vida laboral y familiar. Las consecuencias quedan a la vista en su trayectoria profesional y en las posibles pensiones a percibir.
OPINIONES DIVERSAS. La directora general de Economía y Estadística Joana Aina Perelló destaca que la tendencia general de las cifras de ocupación son buenas. Reconoce que los contratos a tiempo parcial, ya sean indefinidos o temporales, se incrementan, pero incide en que los datos de empleo mejoran mes tras mes. “En 2014 se está produciendo un cambio sustancial e importante, puesto que se incrementan los contratos, tanto los temporales como los indefinidos”, asegura.
José Luis García, secretario de Organización de CCOO Illes Balears, asegura que “los datos de contratación en los que abunda la temporalidad y el tiempo parcial reflejan que no se está creando tejido productivo, sino que el mismo trabajo se está repartiendo entre más personas”. Lamenta García que “no se están creando nuevas ocupaciones sino que las existentes se reparten entre más trabajadores a tiempo parcial”.
Además, al parecer del secretario de Organización de CCOO, las cifras denotan la debilidad de la recuperación. “Los empresarios aún no tienen la seguridad de la recuperación que pronostica el Govern y, por tanto, en lugar de contratar por tiempo completo lo hacen a tiempo parcial para intentar, con un coste menor, poder cubrir las fluctuaciones de la demanda”, argumenta.
Carme Planas, presidenta de CAEB, atribuye a las necesidades laborales el aumento de los contratos a tiempo parcial, al tiempo que critica el déficit de inversiones y financiación que sufre Balears. “La demanda de recursos humanos en las empresas privadas está condicionada principalmente por la demanda de consumo, y como es sabido durante esos años se ha debilitado, por lo que en primer lugar hay que señalar que no es una decisión arbitraria de las empresas, sino que son las condiciones del mercado las que marcan las necesidades laborales. Y en segundo lugar, hay que recordar que el haber elevado la presión fiscal durante estos años, así como el déficit de inversiones y financiación que arrastra nuestra comunidad, no ha ayudado a que se produzca ni mayor consumo interno ni mayor inversión”, explica.
La presidenta de la CAEB, en todo caso, recuerda que los datos no dejan de mejorar. “Aunque no tenemos datos aún de contratos por hora en 2014, sí podemos constatar que los contratos fijos están aumentando más de un 28% con respecto al año pasado, mientras los temporales lo hacen en un 6-7%, con lo que la mejora del consumo y de la situación económica está trasladándose al mercado laboral. Igualmente hay que valorar que desde 2012 está bajando el paro y desde 2013 estamos creando empleo, que eran los principales objetivos”, acaba señalando.
Esperanza Barceló, responsable de Formación y Empleo de UGT, considera que la recuperación de la ocupación es completamente ficticia. “El descenso del paro en Balears oculta la generación de empleos temporales, precarios y a jornada parcial. Priman los contratos temporales y parciales sobre los indefinidos a jornada completa. Está aumentando la pobreza laboral, hay más trabajadores con un contrato, pero su sueldo no les permite cubrir los gastos mínimos. Nos encontramos con trabajadores contratados para algunos días a la semana, unas horas al día... Así, no se recupera una economía”, explica.
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