Tal y como ha señalado CEGAL, tras «el desplome» de los meses de marzo y abril, época de cierre forzoso por el Estado de Alarma, las librerías han ido recuperando lentamente su actividad.
Mientras que en el mismo período de 2018 y 2019 las ventas en librerías alcanzaron una facturación de 285 y 299 millones de euros, respectivamente, este 2020, y tras el azote del coronavirus, esa cantidad asciende a 232 millones de euros, siendo el tercer trimestre (julio, agosto y septiembre) el que más ha influido en el recorte del descenso, aportando ventas por un total de 110 millones de euros.
Estos datos están extraídos de Librired, una herramienta de Big Data promovida por CEGAL que analiza diariamente las ventas y disponibilidad de stocks en 781 puntos de venta por todo el territorio. Su presentación se enmarca en el Día de las Librerías, que se celebrará este viernes, 13 de noviembre, y con el que se quiere incidir en «la importancia fundamental de las librerías en la cadena de comercialización del libro».
«Todas las previsiones hechas en el mes de marzo nos ponían en un escenario más negativo. La falta total de ingresos en dos meses y medio es algo que está ahí, igual que la imposibilidad de celebrar eventos tan importantes para el sector como la Feria del Libro de Madrid o Sant Jordi. No será un año bueno pero lo que ha quedado demostrado es la fidelidad de nuestros clientes y la especial relación que se establece entre el librero y el lector», ha señalado Álvaro Manso, portavoz de CEGAL.
Además, ha añadido que las librerías «han demostrado capacidad de reacción y adaptación a una situación cambiante, con un grado de incertidumbre muy alto, y han sido capaces de crear espacios seguros, en los que a pesar de las dificultades se ha vuelto a tomar el pulso cultural».
Uno de los datos más importantes de Librired es la evolución mensual de las ventas, ya que permite analizar con claridad cuál fue el impacto del cierre en las librerías que aportan sus datos al sistema y cómo las ventas se han ido recuperando en los meses posteriores. No obstante, pese a que las pérdidas no son tan rotundas como se preveía, la ventas son inferiores a las de 2019.
«Es verdad que la librería es históricamente un sector resistente ante las dificultades económicas y la falta de políticas de protección. Lo han demostrado una vez más. Sin embargo, es necesario y urgente que lleguen a estas librerías algunas de las medidas reclamadas, como el aumento de compras de fondos bibliotecarios a través de las librerías», ha asegurado Manso.
Otro de los datos de Librired es el análisis por áreas temáticas. Mientras que la Ficción es el género que mejor comportamiento está teniendo, la No Ficción y la Literatura Infantil y Juvenil (LIJ) están acusando un mayor impacto.
Si en 2019 la narrativa aportaba 61 millones de euros a las ventas globales con 3.902.094 ejemplares vendidos, en este período de 2020 se sitúa ya en 56,9 millones de euros y en un total de 3.581.690 ejemplares vendidos. Contrariamente, la No Ficción desciende de manera evidente (de 103 millones de euros a 79 millones), al igual que la LIJ (de 53,9 millones en 2019 a 41,7 millones en 2020).
Además, Librired revela una progresiva reducción del stock en librerías, ya que, mientras que en 2019 las librerías declaraban un stock de casi 7 millones de ejemplares, según el último dato de 2020, este se sitúa actualmente en 5,5 millones.
1 comentario
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Me ahogo entre tanta lágrima de editorial y librero. Pobres.... ¡Amazon malo, Amazon malo...! Que nostalgia chicos de aquellas mañanas cuando os llegaban los paquetitos de Planetarios , Alfaguaraos y demás vendibles, tan avaladitos por la publi. Claro que en España solo hay esas editoriales con sus escritores protegiditos por premios, que más que eso son galardones de lanzamiento. Mientras tanto los escritores anónimos con nuestras suelas desgastadas y los oídos llenos de alabanzas, autoeditabamos y hacíamos la ronda por vuestros locales infranqueables o editoriales sordas. Y si. Acabamos en el puñetero Amazon vendiendo nuestras palabras como , tengo que reconocerlo, un triste consuelo y hasta rentable para algunos. Un poco de consideración por parte de todos y ya veréis que podremos llenar el teatro sin acomodador.