Luis Racionero | Manual de la buena vida || LIBROS DE VANGUARDIA

Aunque procede del mundo de la ciencia –es ingeniero y economista– el catalán Luis Racionero (La Seu d’Urgell, 1940) escribe como los ángeles. Y, a tenor de lo que cuenta en este peculiar libro, también ha sabido vivir a cuerpo de rey. Son muchos los vividores –bon vivants queda más elegante– que, después de dar muchas vueltas por el mundo, llegan a conclusiones parecidas. Y es que lo mejor de la vida consiste en el arte de sacarle el jugo a lo bueno, a lo bello, a lo sublime. Y eso poco –a veces nada– tiene que ver con el lujo o el dinero, sino más bien en llegar a desarrollar un ojo, un oído y una sensibilidad especial hacia todo lo que nos rodea. Luis Racionero se embarca a sus 78 años en un recorrido sensorial por todo aquello que le ha proporcionado placer a lo largo de su existencia. Nos habla de sus casas, de sus paisajes, de libros, viajes, arte y música, pero también de cuestiones más pedestres, más apegadas al suelo que pisamos todos, cosas que cualquiera de nosotros puede disfrutar, como la comida, el vino, el café, los martinis, la amistad, los toros y el fútbol. No es un libro de autoayuda al uso, pero se parece en algunos aspectos: siguiendo los pasos del intelectual descubrimos una especie de ‘lista de imprescindibles’ que nos hacen soñar... y desear alcanzarlos porque su forma de describirlos llega a ser cautivadora. Desde la voluptuosidad de algunas relaciones sexuales –el autor se ha casado seis veces– hasta las incógnitas más profundas que todo ser inteligente se plantea a nivel espiritual, Racionero explora su propio mundo, sí, pero es un mundo que también nosotros puede abarcar. Basta ser una persona culta, amante de la belleza, epicúrea, dispuesta a sentir los más variados placeres que la vida ofrece. «Nada se consigue sin esfuerzo, ni tan siquiera la buena vida», concluye, así que será cuestión de perseverar.