El hallazgo se produjo mientras se realizaba una intervención arqueológica preventiva en un solar ubicado en el casco urbano de Sant Francisc, donde se ha descubierto una necrópolis bizantina, la segunda documentada en la isla de Formentera, según ha indicado la consellera de Patrimoni, Susana Labrador.
En la intervención se han descubierto cuatro tumbas en las que había enterradas al menos 12 personas, 8 adultos y 4 niños, junto con elementos de ajuar que han permitido datar el yacimiento en la época bizantina, concretamente en el siglo VII.
También han aparecido 23 agujeros de cultivo para plantar árboles, de una época posterior a los enterramientos.
Las características de este tipo de necrópolis encontradas en las Pitiusas hacen prever que, con toda seguridad, esta necrópolis se extiende hacia el oeste y suroeste.
En las conclusiones se ha podido comprobar que las tumbas, en un principio, estaban pensadas para contener un único individuo, pero al final fueron reutilizadas.
También han visto que estas personas fueron enterradas sin ataúd de madera, relativamente habituales en otras necrópolis, ya que no han aparecido los clavos de hierro utilizados para su construcción.
El momento final de uso de esta necrópolis se sitúa en torno al siglo VII y esta cronología se ha podido constatar gracias a un frasco con decoración peinada que pertenece al momento final de la época bizantina en las islas.
Próximos estudios determinarán las enfermedades u otros aspectos ligados a la salud de estos habitantes de la isla, así como la dieta de estos antiguos habitantes de Formentera.
De todos modos, los especialistas han adelantado que estas personas debían de ser campesinas que en gran medida se dedicaban al cultivo de las tierras de los alrededores. A juzgar por los ajuares encontrados, se trataría de personas humildes.
El técnico de Patrimoni del Consell, Jaume Escandell, ha apuntado que «este hallazgo es de gran interés desde el punto de vista del patrimonio cultural, teniendo en cuenta que se trata de un periodo del que se tiene poca información. Por lo tanto, su estudio supondrá una aportación científica relevante a la historiografía de la antigüedad tardía de Formentera».
Ahora, el futuro de la necrópolis dependerá de lo que decida la Comisión Específica de Arqueología, que es un órgano consultivo creado en 2013 para asesorar al Consell en materia de arqueología.
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