Leibovitz, considerada como la fotógrafa viva más importante del momento y la mejor pagada, a lo largo de su carrera ha retratado a mitos como Mick Jagger, Michael Jackson, Bob Dylan y Bruce Springsteen, para los que realizó algunas de sus portadas más emblemáticas. Esta fotogalería recoge algunos de sus retratos más conocidos.
La fotógrafa estadounidense se ha impuesto en las votaciones finales del jurado a las candidaturas de la agencia de fotografía Magnum y a la periodista inglesa Christiane Amanpour.
Tempranos inicios
Nació en Estport, Connecticut, Estados Unidos, el 2 de octubre de 1949 en una familia judía. Hija de militar viajó con su familia por todo el mundo por lo que comenzó a hacer fotografías para así recordar su vida.
Estudió en el Instituto de Arte de San Francisco, donde aprendió fotografía después de pasar seis meses en un kibutz israelí.
Comenzó su carrera profesional a los 19 años cuando fue contratada por la revista «Rolling Stone» para hacer una selección fotográfica.
En esta revista publicó en 1969 una foto de los Rolling Stone, en la que aparecía el escritor Allen Ginberg fumando un porro. Desde entonces se convirtió en la fotógrafa rebelde que plasmó la América de los setenta.
Con sólo 23 se convirtió en fotógrafa jefa de la revista, en la que permaneció durante una década retratando a todos los iconos del rock de los setenta y comienzos de los ochenta.
En 1975 cubrió la gira de los Rolling por EEUU y un año después fue la responsable del departamento fotográfico de la revista.
Tuvo la oportunidad de fotografiar en incontables ocasiones a John Lennon, y algunas de ellas han pasado a formar parte del imaginario popular. Por ejemplo, la foto de Lennon desnudo sobres su cama abrazado a su esposa, Yoko Ono, vestida de negro, hecha horas de su trágico asesinato en diciembre de 1980.
Leibovitz, que también trabjó para «Vanity Fair», fue también la autora de la última foto de Nixon como presidente tomada cuando subía a un helicóptero en la Casa Blanca.
Estudio propio
A principio de los años 1990 fundó el Estudio Annie Leibovitz en Nueva York. Una de sus fotos más polémicas fue la tomada en 1991 a la actriz Demi Moore, desnuda y embarazada. Su publicación causó tal sensación que todos los distribuidores de la revista, excepto los de Nueva York, la pusieron a la venta con la portada tapada parcialmente.
Moore posó de nuevo desnuda para Leibovitz en 1992, pero esta vez con el cuerpo maquillado y después, otra vez vestida.
Fascinada por los desnudos, en 1993 retrató a Sylvester Stallone emulando a «El pensador» de Rodin.
Por su cámara han pasado rostros la política y los personajes más famosos del deporte, la música o el arte. Sus fotografías han ocupado portadas de revistas semanales y suplementos de periódicos como Life, Esquire, Vogue, Paris Match, Elle o El País Semanal.
Muchos de ellos quedaron plasmados en el libro «Photograhs Annie Leibovitz 1970-1990», de Harper Collins Publishers.
Fotografía realista y deportiva
Una de sus iniciativas más conmovedoras fueron los retratos de rostros de víctimas de Sarajevo en 1993. Alejada de la sangre, en sus expresiones mostró su «calma espiritual».
Ella fue también la fotógrafa oficial del equipo olímpico americano que competió en los juegos Olímpicos de Atlanta 1996. El trabajo quedó impreso en el «Olympic Portraits».
Durante más de 25 años, Leibovitz ha estado creando imágenes icónicas que capturan el estilo de vida y la cultura popular estadounidense, como refleja su libro «Annie Leibovitz: La vida de una fotógrafa, 1990-2005».
Unida sentimentalmente a Sunsan Sontag, Leibovitz inmortalizó su relación incluso en los peores momentos del cáncer que padeció la escritora y que causó su muerte en 2004.
Con posterioridad, algunas de esas instantáneas, junto a otras significadas de su carrera, fueron recogidas en una gran exposición exhibida en importantes ciudades del mundo. En junio de 2009, Leibovitz la presentó en Madrid dentro de PhotoEspaña.
5 comentarios
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Original i transgressora com tota la seva obra, amb el segell inconfusible Leibovitz que ha marcat tota una epoca
Tengo la suerte de haber compartido un ratillo con Annie porque hace un par de años ella vino a Madrid y me la encontré cuando ella salía de la tienda china de la calle Clavel, la reconocí, la saludé y le acompañé a dar un corto paseo por la Gran Vía y le iba enseñando aspectos de los edificios de esa calle en los que es difícil fijarse. Luego la dejé en un taxi y así es la vida. No hace falta añadir casi todas sus fotografías son siempre mejores que los fotografiados. Sabe captar el alma interna, o sea lo que está en el interior de la escultura.
Anonadado quedo yo con los comentarios vertidos por estos arios puros y arrogantes de más abajo. Así nos va como país, con gente esta gente tan cavernaria nunca avanzaremos. Solo dar la enhorabuena a Annie Leibovitz, seguramente la mejor fotógrafa viva en la actualidad