El centro s'Alamera acogerá a las 20,30 horas del próximo viernes 27 la presentación, a cargo de Iolanda Bonet y Carles Fabregat, de Calç i memòria (editorial Moll), con haikus de Nora Albert y pinturas de la última época de Vicent Ferrer Guasch, fallecido hace un año. Obra que incluye las traducciones de los poemas en inglés, francés, alemán, castellano e italiano; y que ve la luz con considerable retraso, ya que según apuntó a este periódico Helena Alvarado (nombre real de Nora Albert), escritora catalana residente en Eivissa, estaba previsto que se publicara hace dos años. Un retraso excesivo que impidió que el pintor pudiera verlo antes de morir a los 91 años.

Esencias

Según Alvarado-Albert, para armonizar con los breves poemas japoneses de tres versos, le interesaron sobre todo los trabajos de la última época del pintor ibicenco. «El Ferrer Guasch que más me gusta es el último, que se aviene mejor con la esencia de los haikus, porque trabaja más en el blanco sobre blanco, buscando una esencialización de la casa ibicenca», precisó en mayo de 2007 a este periódico la autora al terminar la obra. Dividida en cinco partes: Calç i memòria, El batec de la pedra, Caires de llum i ombre y Clams de la terra.

El título y la primera parte del volumen «es un homenaje a la casa ibicenca, porque Ferrer Guasch se quedó con la imagen de la Eivissa de antes, y por lo tanto en las piedras está reflejada su infancia. Así, su pintura es al mismo tiempo una preservación y un retorno al estado primigenio», precisó la autora, añadiendo que el apartado El orfebre de la llum celebra «su quehacer plástico. Son poemas que intentan reflejar su propuesta estética, su arte y su oficio». Por último, Clams de la terra, «tiene un punto más reivindicativo, pero visto desde la poesía», señaló Alvarado.

La escritora, crítica y fotógrafa catalana se siente particularmente orgullosa de este libro, dentro de una ya notable trayectoria literaria, que incluye varios premios. «Desde que le hice la propuesta a Ferrer Guash, hubo por su parte una aceptación total. Trabajamos juntos; yo le iba enseñando lo que iba haciendo y él se avino sin ningún problema. Creo que está bastante satisfecho del resultado, porque vio que había una conjugación entre lo que él pintaba y el haiku», explicó Helena Alvarado en la apuntada entrevista.