La escultora Cristina Iglesias (San Sebastián, 1956) inaugura hoy su primera exposición individual en Italia con 19 obras, la mayoría de ellas de grandes dimensiones, acogidas por la Fundación Arnaldo Pomodoro de Milán. Las obras de «una de las voces más originales de la escultura contemporánea internacional» provienen de su colección privada, del Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, de la Fundación La Caixa de Barcelona y de la Marina Goodman Gallery de Nueva York, y muestran el recorrido de la artista vasca desde los años 90, explicaron ayer los organizadores.

De ese recorrido destacan obras como Corredor suspendido y Habitaciones y estructuras, que han sido creadas especialmente para esta exposición como La Fuente, que es un techo de fibra natural, agregaron.

El objetivo de la exposición de Cristina Iglesia es crear una suerte de enorme laberinto, capaz de generar una experiencia de magia vital en el cual se encuentran el agua, la tierra y la luz en torno a la temática del jardín. El visitante recorrerá así una serie de caminos, pérgolas, muros de plantas y escuchará el sonido del agua de una fuente invadida de vegetación; «concibiendo la exposición como una gran escultura interactiva, enriquecida por situaciones improvisadas de luces y sombras», dijo la comisaria de la muestra, Gloria Moura.