J. H.

La subdirectora del Institut Ramon Llull (IRL), Fanny Tur, clausuró ayer el curso de Camins d'utopia hablando de Polítiques culturals a Eivissa. Una reflexió de present i futur. Con una aclaración previa en cuanto al título del curso en el que intervino: «Contracultura es un concepto que no me gusta, porque esos movimientos que nacen al margen de la cultura oficial también son cultura».

En su conferencia, Tur se refirió a su propia experiencia como consellera de Cultura con varios ejemplos: «El reaprovechamiento de equipamientos ya existentes, como la Xarxa de Biblioteques del Consell, una manera de reutilizar la escuela en horarios no lectivos; o dar un nuevo uso al patrimonio, como los casos del Molí d'en Simó y Can Ventosa, que de molino y fábrica de calcetines pasaron a ser centros culturales; o, por iniciativa privada, el caso del edificio del almacén de sal de ses Salines», explicó.

La subdirectora del IRL también se refirió a «iniciativas privadas pero sin injerencias públicas, como son las líneas de subvenciones del IRL, que son universales, sin por nuestra parte decir a quién se invita ni a quién no. Cualquier cosa que se haga de promoción exterior de la cultura que se hace en las Islas tiene apoyo del Llull, sin valoraciones subjetivas».

Y en cuanto a propuestas de futuro, Fanny Tur consideró que las políticas culturales «se tienen que hacer de una manera transversal desde todos los ámbitos. Como en el caso del Pla d'Excel·lència, con su apoyo a iniciativas como la Mostra de Creativitat o Eivissa, Port Mediterrani del Llibre. Es decir, se tienen que hacer políticas culturales desde todos los ámbitos de la administración y, por supuesto, contando con la colaboración de la población civil».