J. HERRANZ

La exposición que el escultor Christopher Stone (Londres, 1955), residente en la isla desde hace casi veinte años, presentará el próximo octubre en Nueva York estará dedicada a quien fuera su mentor, el también escultor británico Barry Flanagan, fallecido el pasado lunes en Eivissa a consecuencia de una enfermedad degenerativa; según informó Stone a este periódico.

En un texto que ha escrito para el catálogo de la muestra, hace una semblanza del prestigioso artista galés, en el que, entre otras cosas, dice: «Nunca le escuché una mala palabra sobre nadie; jamás. El tiempo que pasé con él fue, sin duda, el más creativo, informativo y positivo de toda mi carrera artística. Barry fue para mí el hombre 'tranquilo', sus traviesos y centelleantes ojos decían mucho más que sus palabras».

Más adelante, Stone recuerda la anécdota de una llamada de Flanagan «en la que me apremiaba para que me reuniera con él en Dublín en el lanzamiento de un libro sobre la vida y obra del desaparecido escultor y tallador Seamus Murphy. «Todo el mundo va a estar aquí; así que arremángate y venta para acá». Acudió, por supuesto, «y Barry me presentó a propietarios de galerías a lo largo de todo el día. Nos sentó a mi mujer y a mí en la mejor mesa de la Hugh Lane Gallery, junto al director». Y sigue relatando la generosidad que Flanagan mostró hacía él en todo momento, presumiendo de su amistad ante los responsables de galerías y museos, incluido Enrique Juncosa, director del Irish Museum of Modern Art, donde entonces (2006) presentaban una retrospectiva de toda su obra.

«Dublín era de él»

«Era él quien tenía que estar bajo los focos, porque Dublín era de Barry aquellos días. Docenas de monumentales esculturas se alineaban en la calle principal. Artistas y amantes del arte se agolpaban a su alrededor, pero él prefirió publicitarme a mí y mi obra. Tengo una deuda inmensa con Barry Flanagan. El mundo del arte se ha quedado con un hueco que jamás podrá ser rellenado. Gracias, Barry, por lo que has hecho en nuestro nombre. Te echaré de menos», termina diciendo Stone en su emocionado texto de homenaje al malogrado amigo y artista.