De izquierda a derecha, Tim Rice-Oxley (piano), Tom Chaplin (vocalista) y Richard Hugues (batería) los componentes de Keane.

L. TUR / J. HERRANZ

Después de vender más de diez millones de copias de sus tres primeros discos, la banda de East Sussex (Inglaterra) aterriza en el escenario de Ibiza Rocks tras cancelar la actuación que tenía prevista realizar hace dos años, cuando acababa de publicar su segundo trabajo Under the Iron Sea, del que hasta el momento se han vendido más de dos millones de copias. Ahora, presentarán en Eivissa su último trabajo, que según Richard Hughes, batería del grupo, promete sorprender al público con temas más bailables que en los discos anteriores.

-¿Qué ocurrió hace dos años para que cancelaran en el último momento la actuación que tenían prevista en Eivissa?

-Honestamente, no tengo ni idea. Somos un grupo que ha crecido bastante a nivel de fama y a nuestro alrededor pasan cosas de las que ni nos enteramos. Y ésta es una de ellas. En este caso alegaré desconocimiento y les pido disculpas a los fans.

-¿Qué imagen tiene del verano ibicenco?

-He escuchado que es precioso. Nunca he estado y tengo muchas ganas de comprobarlo por mí mismo.

-¿También les da morbo tocar su música en un lugar tan típicamente discotequero como Eivissa?

-Creo que nuestro último trabajo es mucho más bailable de lo que la gente puede suponer. Será divertido, desde luego. Tenemos mucha variedad de canciones con un tempo más alto que seguro que animarán al público. Por otra parte, al aficionado suelen gustarle varios estilos musicales. Creo que en este mundo multimedia en el que vivimos los gustos de la gente tienden a ser bastante amplios. Seguro que encuentras a alguien a quien le gustan Girls Aloud y Pendulum, por ejemplo o U2. Así que quizás la gente viene aquí principalmente por la música dance pero también les gusta el rock y lo disfrutarán en estos conciertos.

-Según su opinión, ¿cual crees que es la clave del éxito de Keane?

-Honestamente, creo que son las canciones. A la gente le gusta escuchar una buena melodía que transpase las fronteras de la música. La mayoría de las veces las mejores canciones son las que tienen éxito, bueno, eso espero. Y también trabajamos muy duro (risas). Vamos a dar alrededor de cien conciertos con este álbum. Son muchos conciertos pero bueno, es porque nos lo pasamos bien y los disfrutamos muchos.

-¿Digieren bien la fama?

-Somos bastante afortunados porque la gente no nos reconoce cuando vamos por la calle. Personalmente no me considero famoso, y como grupo hemos potenciado la discreción y hemos evitado codearnos con ese mundo. No vamos a premières de películas, ni a actos públicos. La única vez que nos verás será tocando en los conciertos. La otra noches actuamos en Dublín y lo máximo que hicimos fue ir a tomar unas pintas de Guiness al bar de la esquina del hotel y charlar como amigos. Es lo que llevamos haciendo desde toda la vida porque nos conocemos desde los diez años. Crecimos así y así continuamos.

-En una banda tan pequeña, con una relación que se remonta a tantos años atrás, ¿nunca surgen conflictos o alguien que quiera acapar más protagonismo?

-En absoluto. Somos amigos, tocamos juntos... Además no tendría sentido, todos estamos inmersos en el grupo, así que no hay motivos para estar celoso (risas).

-¿Cómo han sido los últimos cinco años en el grupo?

-Creo que han sido los años en que más nos hemos divertido como banda. Nos lo pasamos bien los unos en compañía de los otros y disfrutamos haciendo música durante todo el proceso creativo. Además todo esto ha pasado en un tiempo muy corto. Al principio fue una locura asimilar toda la atención mediática. Ninguna de tus experiencias vitales puede prepararte para algo así. Pero llevamos haciendo música juntos desde hace unos veinte años. Ha sido divertido y continúa siendo divertido.

-Keane es un conjunto conocido por usar el piano como su principal instrumento en lugar de guitarras o bajos, como otras bandas de rock, ¿cual es la razón tras esta elección tan deliberada?

-Si bien es cierto que el primer disco estuvo muy centrado en el piano, en los discos más recientes también hemos incorporado instrumenos como el bajo. De hecho, nuestro amigo Jessi, el bajista que grabó con nosotros también se ha incorporado a la gira. Pero obviamente, no puedes tocar el bajo si suena un piano a la vez. Pero en los últimos dos álbumes hemos intentado no encasillarnos y explorar otras áreas a nivel musical, algo muy excitante y que supone un reto para cualquier artista.

-¿Se sienten parte de alguna tendencia musical o prefieren no ampararse bajo una etiqueta?

-Probablemente seríamos una mezcla entre pop y rock. De hecho, nos encantan la música pop. Cuando escuchas a un álbum como el de The Ting Tings sientes que es un disco de pop brillante, a la vieja usanza. O por ejemplo, nos encanta Michael Jackson, que es un clásico. Crecimos escuchando a las grandes bandas de pop de los 80.

-¿A qué bandas admiran de aquella época?

-Ya he mencionado a Michael Jackson pero también nos gustan mucho Pet Shop Boys. Al mismo tiempo nos gusta la música electrónica, el rock, la música que se hace en Estados Unidos.

-¿Qué grupos actuales consiguen inspirarles de igual manera?

-Pendulum, por ejemplo. Conocimos al batería en un festival en el que estuvimos recientemente y es un gran tipo. Pero hay una nueva bana que me enseñó un amigo que se llama Everything, everything y me encanta. También disfruto mucho con el proyecto en solitario de Nina Persson, ex-integrante de The Cardigans, que se llama A Camp. Fui a verlos en concierto y son absolutamente brillantes.

-¿Qué tipo de público prefieren en sus conciertos?

-Tocamos para cualquiera que quiera venir a escucharnos. Nos encanta cuando la gente se deja llevar por el momento y deja sus problemas en la puerta. Nos encanta cuando hay un público entregado que canta con nosotros. Hace que no te sientas tan solo sobre el escenario. Cuanta más gente haga eso el concierto es mejor.