El Rey don Juan Carlos y el Príncipe Aga Khan inauguraron ayer en CaixaForum Madrid la exposición Los mundos del Islam en la colección del Museo Aga Khan, una muestra que reúne un total de 190 piezas, prácticamente inéditas en su mayoría en España, que cuestionan los tópicos entre Oriente y Occidente. La muestra, que recorre catorce siglos de historia del arte islámico, desde la Península Ibérica hasta el Lejano Oriente, ha sido comisariada por Benoît Junod, director de Museos y Exposiciones del AKTC, y ha contado con un comité científico constituido por expertos internacionales. Tras su exhibición en Madrid, viajará a Barcelona entre los meses de octubre de 2009 y enero de 2010.

La muestra es parte de un programa itinerante de contenidos diferentes que la AKTC inició en Italia en 2007 y que ya ha recorrido varios países. «Este periplo es el anuncio del museo que en breve comenzará a construirse en la ciudad de Toronto (Canadá) y que albergará de forma permanente las colecciones de AKTC. En él se quiere transmitir la imagen de un Islam abierto, plural y tolerante», apuntó Junod recordando que sólo a una hora de avión de Toronto viven 70 millones de personas a quienes se dirigirá principalmente esa nueva institución.

Las obras exhibidas en esta exposición en Madrid proceden del AKTC, que posee una de las mayores colecciones del mundo dedicadas al arte islámico, reunida por el Príncipe Aga Khan a lo largo de las dos últimas décadas, con piezas significativas y valiosas de la práctica totalidad de las dinastías históricas del mundo musulmán que permiten resumir, en madera, piedra, oro, bronce, marfil, vidrio, cerámica, tejido, pergamino y papel, los mejores logros artísticos del mundo islámico.

La exposición está dividida en tres grandes secciones. La parte central se ha denominado La fe coránica, y las otras dos proponen un recorrido cultural por las distintas cortes islámicas a través de la metáfora del viaje en dos etapas geográficas: De Córdoba a Damasco y De Bagdad a Delhi. Sobresale en el conjunto un astrolabio hecho posiblemente en Toledo, una pieza símbolo de las tres culturas (árabe, hebrea y latina) que convivían en la ciudad castellana.