Una imagen reciente del arquitecto británico Norman Foster.

El británico Norman Foster (Manchester, 1935), «arquitecto de la era global», fue galardonado ayer en Oviedo con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2009 por anticipar «con brillantez la única 'polis' posible en el siglo XXI, al servicio del desarrollo sostenible y de la libertad personal y social».

El acta del jurado, presidido por el ex ministro José Lladó Fernández-Urrutia, también destaca la obra de «alcance universal» de este arquitecto y urbanista británico que ha sabido conjugar «la calidad estética, la reflexión intelectual y el diálogo entre territorio y ciudadanía, a través de un original dominio del espacio, la luz y la materia».

Nada más conocer que había sido distinguido con este galardón, Foster afirmó desde Londres sentirse «emocionado» y reconoció que «es un enorme honor y un maravilloso reconocimiento de la importancia del diseño como catalizador en la mejora de la calidad de la vida», precisó el galardonado, añadiendo: «Me gustaría también darles las gracias a los muchos colaboradores y estimados colegas que comparten conmigo este logro».

Su esposa, la española Elena Ochoa, comunicó ayer mediante un mensaje electrónico que estaban en el momento de producirse la noticia en el palacio de Buckingham, donde asisten al almuerzo anual de la reina Isabel II con los miembros de la Orden del Mérito, tras lo cual el matrimonio Foster tiene previsto viajar a Nueva York.

Las obras de Foster se encuentran dispersas por todo el mundo; y entre las últimas que ha acometido están la estación subterránea de Florencia, la pirámide destinada al diálogo mundial entre las religiones en Astana, la nueva capital de Kazajistán, y el mayor aeropuerto del mundo, construido en Pekín para los Juegos Olímpicos.

Entre las principales reacciones al premio, la ministra de Cultura, Angeles González-Sinde, destacó que Foster ha aportado «mucho» al mundo del arte mediante su labor como arquitecto y resaltó su notable relación con España, donde ha diseñado la Torre de Collserola en Barcelona (1992), el Metro de Bilbao (1995) y el Palacio de Congresos de Valencia.

Tras proceder a la lectura del acta en el Hotel de la Reconquista de Oviedo, tradicional marco donde se fallan los Premios Príncipe de Asturias, el presidente del jurado también destacó la vinculación de Foster con España, tras reconocer que es «uno de los grandes arquitectos actuales».

Foster, que ya había optado a estos premios en varias ediciones, llegó a las últimas votaciones del jurado junto a las de la actriz inglesa Vanessa Redgrave, el cineasta Carlos Saura, el escultor estadounidense Richard Serra, el cantautor Joan Manuel Serrat y el compositor Cristóbal Halffter. Convirtiéndose en el cuarto arquitecto que obtiene el prestigioso galardón.