EFE-MADRID

Cientos de personas, entre quienes estaban autoridades, acudieron ayer a despedir en la sede la SGAE a Antonio Vega, falleció el martes de cáncer a los 51 años, tras una carrera de 30 años, primero con Nacha Pop y luego en solitario, en la que tuvo que lidiar con sus problemas de drogas, que le produjeron un evidente deterioro físico.

Coronas de músicos como Calamaro o Joaquín Sabina, un retrato del artista tocando la guitarra en un concierto, varias de sus guitarras y un piano acompañaban al ataúd en la sala Manuel de Falla de la SGAE, en una capilla que permanecerá abierta hasta esta mañana, cuando el autor de tantos éxitos del pop español será enterrado en el cementerio madrileño de la Almudena.