Elena Ruiz, directora del MACE, ayer durante su conferencia. Foto: IRENE G. RUIZ

J. HERRANZ

La Extensión Universitaria de Eivissa acogió ayer la tercera conferencia del ciclo Visions plurals de l'Art contemporani, que organiza la Universitat de les Illes Balears (UIB) y el Museu d'Art Contemporani d'Eivissa (MACE), que corrió a cargo, precisamente, de su directora, Elena Ruiz Sastre, quien habló en su disertación sobre el Grupo Ibiza 59, del que se celebrará el próximo otoño su medio siglo de historia, y la fascinación que la isla operó en todos sus miembros.

Ruiz Sastre dividió la conferencia en dos bloques. «En el primero hablaré del grupo, del contexto histórico y cultural en el que opera, para saber qué ideologías y qué corrientes de arte están vigente y por qué ellos hacen lo que hacen, así como de por qué están en sintonía con ellas», explicó a este periódico.

La segunda parte de su charla se centró en el proceso perceptivo que genera la creación de un grupo. «Es decir, y esta es una tesis muy subjetiva: hay momentos en la vida de los seres humanos, bien individual o en grupo, en los que la percepción está muy despierta, lo que genera un movimiento que produce la fascinación, porque es un momento de percepción muy álgido. Y esta fascinación produce una actitud que se llama entusiasmo, una condición indispensable para que se produzca la creatividad».

Lo que le sucedió al Grupo Ibiza 59. «Cuando estás con los sentidos abiertos, dispuesto y limpios es cuando todo te llega, eres una esponja que contagia su entusiamo. Así Broner conoce a Bechtold, éste a Hans Laab y todos ellos se potencian unos a otros».

Pero tal fascinación tiene fecha de caducidad. «No se puede estar en esa situación en un periodo muy largo. Los momentos de tensión creativa, al igual que los de tensión destructiva siempre son limitados en una secuencia temporal. Por ejemplo, una dictadura, el enamoramiento, una guerra... Hay que medir que secuencia temporal está en proporción con todo ese proceso», consideró la directora del MACE, añadiendo: «En el caso del Grupo Ibiza 59 funcionó de 1959 a 1964. Es que lo mismo que genera, con el entusiamo del grupo en la creación conjunta y cómplice, se degenera. Pero no con una ruptura formal, porque como se gestó por puro entusiasmo, se vertió en él toda la generosidad que tenía; y el grupo se acabó cuando el entusiasmo se desinfló», concluyó Ruiz.