Se hace camino al andar. 'Institut d'Estudis Eivissencs, 60 anys', un resumen visual de la historia de la entidad cultural ibicenca a través de paneles y fotografías. Estará abierta al público hasta el próximo día 7 en el centro sociocultural de s'Alamera, en el paseo de Vara de Rey. Bajo estas líneas, Marià Serra (en la imagen a la derecha), el actual presidente de la veterana entidad que mira con esperanzas al futuro, en una visita guiada por Dalt Vila.

JULIO HERRANZ

«A lo largo de los años hemos vivido momentos de mayor pujanza y otros de poca actividad; pero el balance es positivo, porque hemos logrado situarlo en un lugar destacado de la vida cultural ibicenca». Con estas palabras, Marià Serra, presidente del Institut d'Estudis Eivissencs (IEE), resumió a este periódico su valoración sobre los 60 años de historia de la entidad. Un resumen de la cual puede verse hasta el próximo día 6 en el centro sociocultural de s'Alamera, en el paseo de Vara de Rey. «No creo que sea un pecado de soberbia decir que hoy día el IEE es la entidad más reconocida y de más prestigio de la isla», añadió.

Seis décadas de una historia que comenzó en plena dictadura franquista, en 1949, y instancias de un asturiano, José Manuel Pardo Suárez. «Fue quien promovió el entonces Instituto de Estudios Ibicencos, aprovechando el núcleo intelectual con inquietudes culturales que había en Ebusus. Se necesitaba una publicación, ellos tenían la revista Ibiza, y se inició así el largo camino». Años de una actividad «muy floja», limitándose a una serie de publicaciones, casi todas de Macabich y de German Costa Ramon, más la revista».

Hasta los años 70, cuando renace y toma fuerza. «Se hace cargo una serie de gente joven con inquietudes, encabezada por Pep Marí, y siempre bajo la vigilancia atenta y constante de Villangómez», precisó Marià Serra, recordando que hasta el 77 «fue una época complicada, con dificultades de tipo político y administrativo; pues partíamos de una inexperiencia profunda y de una carencia de cultura democrática y de cultura en general». Fue cuando el Institut se independizó del Ayuntamiento de Eivissa. «Por cierto, que entonces tenía sede propia, Can Llaudis (Can Comasema), donde está hoy el Museu Puget; aunque nunca tomamos posesión del lugar», lamentó.

Una larga y variada historia la del Institut, que actualmente cuenta «con más de 550 socios. Un número encomiable para Eivissa, dado el poco espíritu asociativo de esta isla», señaló el presidente del IEE, quien rebatió la opinión de que a la veterana entidad le cuesta renovarse y abrirse a los jóvenes. «En estos momentos puedo decir con total evidencia que buena parte de la Comisión Ejecutiva, y de las actividades que realiza, las hacen gente joven, de sobre los 30 años, que es la media de edad de la Comisión Ejecutiva. Gente joven y con ganas de hacer cosas, algo que no es fácil de lograr hoy día, con la seducción que representan para ellos las nuevas tecnologías, la música, el deporte... El mundo que hemos hecho a nuestra medida ya no les seduce; pero así y todo hay gente joven bastante sensibilizada», aseguró.

Marià Serra también expresó alguna autocrítica sobre el Institut: «Hay que reconocer que no hemos llegado a algunos segmentos de la población; algo de lo que somos bien conscientes. Pero también es cierto de que mucha gente está convencida de la necesidad de que exista el Institut. Tenemos mucho trabajo por hacer; siempre con equilibrio y serenidad. Hemos de conservar la sangre fría y estar muy tranquilos, sin dar pasos atrás. Siempre defendiendo, con argumentos, el amor profundo a nuestra tierra, a lo que nos ha hecho lo que somos y hemos de seguir siendo», subrayó el presidente de la entidad, reconociendo los cambios sociológicos producidos en Eivissa en las últimas décadas. «Vivimos en una sociedad de constantes movimientos migratorios, y hemos de ser capaces de ofrecerles la posibilidad de integrarse, porque actualmente hay un segmento de población importantísimo que está aquí sin pertenecer a la isla. Y hay que hacerles ver nuestros valores. En esa labor estamos», concluyó.