El cantautor uruguayo Quintín Cabrera falleció ayer a los 64 años de edad en el hospital Puerta de Hierro Majadahonda (Madrid) después de que surgieran complicaciones tras ser sometido a un trasplante de pulmón en el mes de enero. Según informaron fuentes de la familia, Cabrera había sufrido durante todo el mes de febrero múltiples complicaciones derivadas del trasplante.
En la última entrevista que concedió a Efe, Cabrera se mostraba orgulloso de mantenerse fiel a sí mismo y cantar a lo que le rodeaba y a lo que le cabreaba, sin dejar de cantar «al amor», añadió.
El compositor y músico, instalado en España desde finales de los 60 -a saltos entre Cataluña y Castilla- es uno de los diez artistas que prestó voz a la colección de discos El canto emigrado de América Latina, cuando ya se encontraba aquejado por la enfermedad pulmonar que «guardó» para grabar los 16 temas de Naufragios y Palimpsestos; disco que constituye una muestra del trabajo más significativo de Quintín Cabrera, descrito por el también fallecido periodista Xavier Rekalde como «un disco emocionado de la ruta inacabada de este cantor montevideano que ha replicado a todas las soberbias».
La Sociedad General de Autores (SGAE) hizo público ayer un comunicado lamentando la pérdida de una figura entrañable, comprometida con la vida y la justicia, y muy querido por sus compañeros de profesión.
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