Las cincuenta obras se ofrecen en una secuencia que forma parte de este juego que proponen los artistas. Foto: IRENE G. RUIZ

R.C.

La sala de cultura de Sa Nostra acogió ayer la inauguración de la exposición Cadàver Exquisit, en la que participan más de medio centenar de creadores de las Islas -cuatro de ellos de las Pitiüses- en torno al concepto lúdico artístico ideado en 1925 por los surrealistas franceses. A la inauguración acudieron el director general de Cultura, Pere Joan Martorell, la comisaria de la exposición, Pilar Serra, y el jefe de zona de Sa Nostra en Eivissa, Fernando Roig.

La muestra itinerante, que estará abierta al público hasta el próximo 20 de marzo, se encuadra en el Projecte Llevant, una iniciativa que promueve el Govern con la colaboración de Sa Nostra, entre otras entidades. Todos los participantes en la muestra han donado sus obras a la ONG Llevant en Marxa para que los beneficios sean invertidos en proyectos solidarios de países del tercer mundo.

Erwin Bechtold, Rafel Tur Costa, Gilbert Herreyns, Enric Riera y María Catalán son la 'cuota' pitiusa de este Cadàver Exquisit. La técnica está inspirada en el viejo juego de mesas llamado consecuencias, en el que los jugadores escribían por turno en una hoja de papel, lo doblaban para ocultar lo escrito y lo pasaban al siguiente jugador para otra colaboración.

El nombre se deriva de la frase que surgió cuando se jugo por primera vez en francés: «Le cadavre/ exquis/ boira/ du nouveau/ vin» (El cadáver exquisito beberá el vino nuevo).

Los teóricos e impulsores de esta estrategia creativa (Paul Eluard, André Breton, Tristan Tzara y Robert Desnos, entre otros), postulaban que la creación, y en especial la poética y la plástica, debía de ser anónima y grupal, intuitiva, espontánea, lúdica y, en la medida de lo posible, automática. Un juego que 80 años después conserva todo su potencial creativo.