EFE-BILBAO

El Museo Guggenheim Bilbao inauguró ayer una exposición retrospectiva del artista Takashi Murakami (Tokio 1962), en la que usa elementos del lenguaje de los dibujos manga para expresar «el vacío y la anarquía» de la cultura contemporánea de su país, al tiempo que critica la pérdida de los valores tradicionales japoneses.

Según explicó ayer el comisario, Paul Schimmel, en la presentación de la muestra que podrá verse hasta el 31 mayo, Murakami «es el artista contemporáneo de más éxito Japón» y, si bien aparentemente sus creaciones «pueden parecer imágenes infantiles, propias de cómics para niños», en realidad, esconden «una obra muy rica, oscura y trágica», aseguró.

El propio artista insistió que su objetivo no es crear para los niños, ya que guardan «una crítica» a la sociedad japonesa, puesto que la cultura del ordenador nos ha hecho olvidar quiénes somos. Así, Schimmel apuntó que «usando la ironía» se refleja a sí mismo a través del personaje de Mr.Dob, una esfera con múltiples ojos que en unos cuadros «devora» elementos de anteriores pintores que le han marcado, como Dalí, y en otros «regurgita», sus propias interpretaciones. Otro elemento que repite son unas flores multicolores que sonríen y, aunque «aparentemente son algo bello», están dispuestas para dar imagen de volumen y así, «tratan de marear al espectador y causar una sensación que resulta más bien nauseabunda».