La librería Hipérbole de Eivissa (c. Bisbe Carrasco, 1-3) acogerá a las 20,00 horas de este sábado 17 la presentación por parte de la escritora Nora Albert y el profesor Lluís Tarí de Els silencis de Maria (editorial Brosquil), la última novela de Carles Cortés (Alcoi, 1968), presentada en Mallorca el pasado octubre.

Uno de los rasgos más destacados de la novela es la estructura del relato, que avanza con dos frentes abiertos. Por un lado se cuenta la historia de Maria, una mujer que vivía en Dubai hace 30 años como miembro de un matrimonio poligámico de un hombre con tres mujeres más. A través de las páginas de un diario personal, Maria explica su vida en primera persona, marcada por su peculiar pasado.

Intercalándola con esta historia, el lector se traslada al presente, en la prisión de Font Calent de Alicante, donde está encerrado Héctor, el hombre con quien Maria se casó y acusado de haberla asesinado; quien cada miércoles recibe la visita de Laura, una joven con intenciones ocultas.

Esta «original estructura», según Cortés, hace que en realidad sean dos novelas, que se convierten en una a través de las pistas que van apareciendo y que el lector ha de ir relacionando. Otro elemento de Els silencis de Maria es que los hechos del presente son explicados en segunda persona, un «tú» muy poco frecuente como punto de vista narrativo, «que hasta recrimina a los personajes», como apuntó el autor al Diari de Balears en la presentación de la novela en Palma.

La trama de la novela sirve para plantear una reflexión sobre dos temas de actualidad: la violencia de género y el choque entre la cultura oriental y occidental. También por acercarnos a dos ambientes que la mayoría no ha conocido de primera mano: el de una prisión y el de los «palacios orientales cerrados y las costumbres de las familias mejor establecidas de Arabia».

Carles Cortés es profesor de literatura contemporánea en la Universidad de Alicante y como investigador se ha centrado en la obra de Mercè Rodoreda. También en la de otros escritores catalanes. Un interés que ha quedado reflejado en sus libros, lo que queda claro con tan sólo leer los títulos de sus obras precedentes: Veu de dona y Marta dibuixa ponts. «La mujer permite más cromatismo, más matices. Mi trabajo de búsqueda pesa sobre la novela», apuntó el escritor, quien al introducir aquí un personaje masculino abre su campo literario.