JULIO HERRANZ Una pequeña muestra con cinco obras de Eduard Micus inaugura en la antelasa del salón de plenos del Ayuntamiento de Eivissa, en Can Botino, una iniciativa de «exposiciones instantáneas» de artistas de la isla que estará colgada un año. «No se trata de museizar el Ayuntamiento, sino de que la gente que venga a esta casa de todos encuentre siempre algo de arte próximo», apuntó ayer la alcaldesa de Eivissa, Lurdes Costa, en la presentación de esta iniciativa del Museu d'Art Contemporani d'Eivissa (MACE), cuya directora, Elena Ruiz, también estuvo presente en compañía de Katja Micus, responsable del Espacio Micus, donde se exhibe la obra del reconocido artista alemán, quien residió en Eivissa desde 1972 hasta su muerte en 2000.

Costa explicó que desde hacia algún tiempo había comentado con la directora del MACE «que estas paredes tan grandes, aunque el espacio sea más bien reducido, merecían presentar pequeñas exposiciones de algún artista de relevancia de los tantos que tenemos en la isla; como es el caso de Micus, a quien consideramos ibicenco por el tiempo que vivió entre nosotros y el cariño que tenía a la isla», señaló la alcaldesa, añadiendo que las muestras estarán colgadas un año y que vienen a ser como un aperitivo del conjunto de la obra del artista seleccionado.

Por su parte, Elena Ruiz recordó la etapa de Lurdes Costa como concejala de Cultura del Ayuntamiento de Eivissa para justificar «que el efecto que desarrolló» en aquellos años «se ha hecho extensivo a su periodo como alcaldesa, creando espacios de exposición ligados al arte en cualquier lugar».

En cuanto a esta primera entrega de muestras 'instantáneas', la directora del MACE afirmó: «Quien no conozca a Micus se va a sorprender, por la obra central y las cuatro que la acompañan y potencian su significado; y el que lo conoció recordará a un Micus querido, reconocido, que mueve una emoción muy próxima»

En cuanto a Katja Micus, recordó que las obras las escogieron entre Elena Ruiz y ella, «buscando una serie blanca y elegante que fuera bien en esta sala. En cuanto Elena vio el mural dorado le pareció ideal, así como los otros cuadros que completan esta pequeña exposición de la obra de mi padre que podrá ser contemplada por mucha gente a lo largo de todo un año». Asimismo, la hija de Eduard Micus precisó que le parece «una buena idea usar espacios públicos para mostrar la obra de artistas de la isla y así recuperar un poquito del espíritu creativo que había antes».