Fanny Tur, en las dependencias del Arxiu Históric Municipal de Eivissa, en Can Botino. Foto: MARCO TORRES

JULIO HERRANZ

El nombramiento el pasado mes de septiembre de Fanny Tur como directora adjunta del Institut Ramon Llull (IRL) para Balears, del que se muestra encantada, le obliga a pedir excedencia en su cargo de responsable del Arxiu Històric y la Biblioteca Municipal de Eivissa. Un nombramiento que, como asegura en esta entrevista la ex-consellera de Cultura con los progresistas, no es la antesala de su vuelta a la política, algo que le le solicitan a menudo sus muchos seguidores.

-¿Esperaba el nombramiento, pues más que usted había sonado para el cargo Isidor Marí?

-La verdad es que no, pero he de decir que hace dos años ya me ofrecieron el cargo desde Vicepresidencia de la Generalitat. Después, con la llegada de los progresistas al Govern, el candidato de ExC y mío, también evidentemente, fue Isidor Marí, que en un principio dijo que sí. Pero después de un año, cuando ya estaba solucionada la reincorporación del Govern balear al Llull, ya no podía compatibilizarlo con su trabajo en la UOC. Fue cuando el Bloc pensó en mí, cosa que les agradezco, evidentemente. Me lo pensé, porque me encanta el trabajo que hago en Cultura y en el Arxiu Històric. Pregunté, incluso, si eran compatibles los dos trabajos, pero tuve que decidirme y pensé que era una oportunidad y un reto demasiado apasionante como para dejarlo pasar.

-¿Cree asentado ya el IRL o teme que haya cambios cuando vuelva el Partido Popular?

-Es evidente que se han perdido cuatro años, pero también tenemos que reconocer que no todo fue culpa del anterior Govern. Está claro que con la parada de la pasada legislatura hemos de volver a arrancar, y eso siempre es más complicado que continuar con un proyecto que ya está rodando y en marcha, pero tenemos ilusión y muchas ganas de trabajar y de hacer que la cosa funcione. Tengo también mucho apoyo y ayuda por parte de mucha gente y confío en que el Ramon Llull pueda continuar con su trabajo de manera estable, independientemente de los cambios de gobierno. La lengua debería estar por encima de cuestiones políticas porque es la lengua de todos.

-¿Qué méritos cree que le han encontrado para que merezca este nombramiento?

-Bueno, eso deberías preguntárselo a quienes me lo ofrecieron, ja, ja. De todas maneras supongo que desde el Bloc habrán creído que podría llevar el proyecto adelante y darle el impulso que necesita. Llevo 21 años trabajando en temas culturales, tanto desde el lado político como desde el funcionarial, y soy consciente de la gran responsabilidad que tengo.

-¿Puede resumir cuál será su misión en el cargo?

-Contribuir y ayudar a llevar la lengua catalana y la producción cultural en que se expresa por todo el mundo, algo que ya está haciendo el Ramon Llull desde Catalunya, y ahora lo tenemos que hacer también desde Balears, haciendo especial mención a la producción literaria de las Islas y procurando que aquí también se conozca lo que hacemos.

-¿No se solaparán en sus funciones el IRL de las Islas y el Institut d'Estudis Baleàrics (IEB)?

-Creo que, con buena voluntad por parte de todos, no. Hay trabajo y campo para las dos entidades. Se trata de coordinarnos y no malgastar esfuerzos ni recursos y que donde no llegue uno, llegue el otro. Tengo una magnífica relación desde hace años con Sebastià Serra, presidente del IEB. Hemos trabajado en muchos proyectos juntos y lo seguiremos haciendo.

-Por cierto, a veces se ha notado cierta tensión entre el IEB y el Institut d'Estudis Eivissencs (IEE). ¿Podría el IRL ayudar a evitarlas?

-La verdad es que no tengo constancia de eso. Yo he sido siete años miembro de la Comisión Ejecutiva del IEE. Lo dejé cuando entré en política, y me consta el esfuerzo por trabajar coordinadamente con otras entidades. En el pasado no sé como sería, pero ahora mismo, por ejemplo, el IEB ha colaborado con algunos proyectos del IEE, como en la publicación del almanaque El Pitiús; y veo que hay buena sintonía.

-¿Sigue creyendo que el catalán necesita una discriminación positiva frente al castellano?

-A mí, la palabra 'discriminación', aunque sea positiva, no me gusta. Defender, difundir y dar a conocer la lengua propia no es ir en contra de ninguna otra. Si todos estamos de acuerdo en que hemos de proteger nuestro territorio y nuestro patrimonio y todo aquello que nos identifica, eso también incluye nuestra lengua. Todo va ligado. No se puede separar una cosa de otra. Nadie puede ver eso como una amenaza.

-¿Podrá hacer compatible su nuevo cargo con su trabajo en el Arxiu Històric y en la Biblioteca Municipal de Eivissa?

-Lamentablemente, no. En un primer momento pedí compatibilizar las dos cosas, pero, aparte de que no es posible por las características del cargo, entendí que una y otra responsabilidad exigen una dedicación plena y absoluta; y, además, yo no sé hacer las cosas de otra manera. Así que deberé pedir una excedencia a partir de enero de 2009, que es una condición que puse para poder acabar las cosas que tengo empezadas.

-Su entrada en el IRL, ¿será la antesala de su vuelta a la política? A muchos le gustaría, pues parece que el 'club de fans' de Fanny Tur es numeroso?

-Ah, pues no sabía yo eso del club de fans. La verdad es que he aceptado esta responsabilidad porque es un reto profesional. No me he planteado nada más, sinceramente. Ya sé que, diga lo que diga, habrá interpretaciones, pero dejé la política voluntariamente hace casi cuatro años y de momento no me han entrado ganas de volver a la primera linea, aunque mi compromiso con lo que defiendo sigue siendo el mismo, esté donde esté.