Hasta el próximo 10 de septiembre la galería Sleepingcat (Avda. Isidor Macabich, 20, Pasaje Olimpo, Eivissa) presenta la primera exposición en la isla de Werens Puig inspirada casi en su totalidad en el mundo de las discotecas. «Todo viene de que vivía con un Dj y en ese tiempo pasaban muchos por mi casa. Ahí empecé a mostrar este mundo desde dentro», apuntó ayer a este periódico el polifacético creador catalán, quien, junto a su pareja (Laia Pampalona, 'Matilda') regenta en Sabadell el espacio Impaktes Visuals, «parecido en concepto» a esta galería ibicenca.
La muestra la integran 12 cuadros de tamaños notables. «El último y más grande de todos (2,60 x 1,50) lo he pintado en la isla y plasma precisamente la imagen de esta galería, que no conocía», apuntó Ramon Puig 'Werens', añadiendo que, salvó en esta obra, lo que intenta es «plasmar el sonido a través de mis cuadros y mis dibujos, pues dentro de la música electrónica, cada género en concreto me trasmite un sonido distinto».
Obras trabajadas con técnicas mixtas y pinturas flúor, para ser vistas con luz normal o con la 'luz negra' habitual en las discotecas. «Por motivos prácticos en la galería no están con luz ultravioleta, aunque también funcionan sin ella; pero con la otra luz incrementas mucho más el abanico de color; y el efecto se va hasta unos colores fluorescentes increíbles», explicó el artista, quien en estos momentos tiene en cartera varios compromisos de creación individual, al margen de los trabajos con Matilda. «Ahora tengo yo solo otra exposición en Sabadell, y en septiembre inauguro otra en Italia; por lo que estoy muy concentrado en las exposiciones que llevo adelante en paralelo. Aunque también andamos algo liados con las cosas que tenemos en común».
Agitadores culturales
El espacio Impaktes Visuals, que Werens Puig lleva al alimón con Matilda, promueve en Sabadell la cultura visual a través de exposiciones, talleres, actividades en la calle, espectáculos audiovisuales... Un trabajo al alimón que parece que gestionan sin problemas. «De momento lo llevamos bien, pero el trabajo es bastante intenso, realmente. Al ser pareja es muy práctico, pero hace que trabajemos muchas más horas de las que te propones, porque, claro, al final nos llevamos el trabajo a casa», reconoció.
Que el artista catalán exponga en Eivissa se debe a una feliz casualidad: «Fue curioso; hace dos años Matilda hizo una exposición en el bar Grial y allí contactó con Raúl y Qruz (los responsables de Sleepingcat, también pareja); pero yo no lo sabía. Después, estuve un día navegando por internet y descubrí por casualidad la web de la galería ibicenca, me gustó y me puse en contacto con ellos para exponer. Fue entonces cuando nos dimos cuenta de que los dos habíamos entrado en contacto con ellos por una camino diferente», contó.
El azar, pues, intercedió para poner en contacto estos dos animados espacios artísticos. «La idea es muy parecida, en cuanto a concepto, aunque nosotros tenemos una parte importante de tienda donde vendemos cosas relacionadas con el arte, porque tenemos más espacio. Es lo que nos hizo mucha gracia, y por eso venimos a exponer aquí; primero lo hizo Matilda, justo antes que yo, y ahora me ha tocado a mí», concluyó Werens Puig satisfecho.
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