El amplio jardín de 28 acres de la Brackenstown House, a cinco minutos del aeropuerto de Dublín, acogerá desde el próximo día 21 hasta el 9 de julio una exposición colectiva de esculturas en la que participarán 50 artistas internacionales que presentarán en torno a un centenar de piezas. Una amplia lista de creadores entre los que se encuentra Christopher Stone (Londres, 1955), quien desde hace 16 años reside en Eivissa, donde tiene taller propio. Para la ocasión, el artista ha seleccionado «cuatro figuras y cuatro relieves, esculpidos en mármol blanco de Almería, que espero luzcan bien en un espacio que está considerado como el mayor parque de esculturas de Europa», apuntó a este periódico Stone, que se considera discípulo del prestigioso escultor galés Barry Flanagan, relacionado con la isla desde hace años.
La muestra colectiva está organizada por la galería Gormleys Fine Art con el objetivo de «explorar la prominencia de la escultura en Irlanda en las últimas décadas, combinando reconocidos nombres irlandeses e internacionales con nuevos talentos emergentes», según Lorraine Brett, portavoz de Gormleys, quien informó que para la inauguración, a la que asistirá el embajador de Italia en Irlanda, se ha organizado una Midsummer Night Dream Party para que puedan ser admiradas y disfrutadas en la mágica noches del solsticio de verano los trabajos del medio centenar de artistas, que combinan obras de tamaño natural con grandes instalaciones y esculturas de interior de tamaños moderados.
Un conjunto de creadores entre los que figuran John Behan y Edward Delaney, quienes han contribuido notablemente al desarrollo en Irlanda del arte de la escultura en los últimos 40 años; más Rita Duffy, Colm Brennan, Debbi O'Heir, Anna Duncan, Patrick O'Reilly o Eileen McDonagh, que siguen contribuyendo a enriquecer e rico legado de la escultura irlandesa. Más nuevos y meritorios nombres internacionales, con los que Gormleys «trata de establecer un puente entre las dos generaciones».
Christopher Stone, quien estudió arte en Londres, especializándose en restauración de antigüedades y diseño de muebles ha presentado sus trabajos en Gran Bretaña, Francia, Holanda y España: en Eivissa y Sevilla, colaborando como diseñador artístico en los pabellones británico y español de la Exposición Universal de la capital andaluza de 1992.
Stone explicó que, «aunque durante toda mi trayectoria profesional he estado involucrado siempre en el mundo del arte y el diseño, no fue hasta que tuve el placer de encontrar a Barry Flanagan, quien me encargó varios muebles, cuando decidí, con su ayuda y apoyo, dedicarme por entero a la escultura». Actividad que el polifacético creador ha ido desarrollado en su estudio ibicenco. «Tuve la suerte de que enseguida me salieran varios encargos, y con lo que he ido sacando de varias exposiciones he podido seguir adelante con la escultura», precisó el artista, añadiendo: «Hasta la fecha he trabajado con los más variados materiales, aunque siempre vuelvo a la piedra. Actualmente, la mayor parte de mi tiempo la dedico a esculpir la piedra y el mármol, desarrollando una serie de amplio espectro».
La última vez que Christopher Stone visitó Irlanda fue con motivo de la presentación de un libro de Peter Murrys sobre el escultor Seamus Murphy en el museo público de Cork. «Un libro que me ha proporcionado una gran cantidad de ideas sobre las que trabajar y bastante ayuda desde el punto de vista técnico. Por este motivo he dedicado una de las últimas obras que he hecho a su memoria. Recuerdo que de niño escuché que algún miembro de mi familia era de Cork; unos tíos mayores aún vivían allí, y puede que todavía tenga algún pariente por la zona», concluyó.
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