G. ROMANÍ

Hasta el próximo 26 estará abierta al público en la sala del Ayuntament Vell de Formentera una exposición de Celia Jiménez que incluye una quincena de obras realizada con la técnica de collage. Con esta muestra, la artista madrileña afincada en la isla desde hace unas dos décadas (suele tener puesto propio en el mercadillo de La Mola), da un giro radical en su trayectoria.

Como explicó ayer Jiménez, que se reconoce autodidacta, el leit motiv de la exposición ('pégame en un cuadro'), no deja de ser un ruego puesto en boca de todos y cada uno de los elementos que caen en sus manos: «Dame un valor, córtame, tíñeme, fracióname, pero úneme a otros para reutilizarme y transformarme», precisó la artista, añadiendo: «Mi intención es rescatar los elementos cotidianos invocando la magia de la creatividad para, mediante la asociación, hallar una sinergia en un todo único». Y ahí surge lo discontinuo, lo descompuesto, lo interrumpido, lo roto y lo abandonado.

Con una clara intención metafórica: «Nuestra isla es un collage de culturas, sensaciones, inspiraciones y, cómo no, también de deshechos; lo cual es básico para ubicarnos racionalmente en ella. Lo que supone crear una unidad sostenible con todos los elementos que la ocupan a fin de no deteriorar su belleza intrínseca». En una línea que algún que otro artista de la Formentera ya están empleando con el mismo objetivo: reciclar el abandono para crear obras que no dejan indiferentes al espectador.