Joan Pera con uno de sus gestos característicos en 'Ã’scar, una maleta, dues maletes, tres maletes', de Claude Magnier; el sábado en Can Ventosa.

JULIO HERRANZ «Comedia brillante, trepidante, alocada, inteligente, llena de grandes personajes, que muchos recordarán por la célebre película, basada en la obra, que protagonizó Louis de Funès en los 60». Con estas palabras, Abel Folk 'vende' la versión de Òscar, una maleta, dues maletes, tres maletes, de Claude Magnier, que, dirigida por él, se presenta el próximo sábado 29 (21'30 horas) en Can Ventosa. El protagonista principal es Joan Pera, quien tras 12 años como pareja artística, es la primera vez que sube a un escenario sin Paco Morán, con quien actuó en varias ocasiones en este escenario ibicenco. «Lo hecho de menos, claro que sí; la complicidad que alcanzamos durante tantos años es difícil de conseguir», ha apuntado el popular actor catalán. Sin embargo se siente satisfecho y orgulloso de este montaje, en el que está «muy bien acompañado» por Lloll Beltran, Mont Plans, Karme Màlaga, Damià Plensa, Anna Azcona, Alou Danfa, Alba Roca y Juli Fàbregas.

El argumento de Òscar, una maleta, dos maletes, tres maletes, que clausurará la III Setmana de Teatre de Vila, gira en torno al señor Costabella, un empresario rico que vive tranquilamente con su mujer y su hija en una casa en la que todo es armonía. Bruno, su entrenador físico, con más fuerza que inteligencia, se encarga de mantenerlo en buena forma; Enriqueta se encarga del servicio de la casa y Òscar es su fiel chófer personal. Pero esta estabilidad se verá alterada por su colaborador y hombre de confianza, Àngel, que irrumpe en su casa de madrugada para exigir que le suba el sueldo para poder pedir la mano de su novia. La situación se vuelve cada vez más caótica, sobre todo cuando Costabella descubre quién es la chica con quien Àngel se quiere casar, quien, encima, le ha hecho trampas en los balances de la empresa.

Abel Folk conoció a Joan Pera «hace muchos años en un espectáculo que se titulaba Urfaus, de Goethe, dirigido por el maestro Ricard Salvat. Allí demostraba que era capaz de hacer muchas cosas y muy diversas. Le admiré profundamente y me hice amigo suyo. Desde entonces siempre he querido volver a trabajar con él, pero hasta ahora nuestras agendas estaban muy llenas», ha explicado el actor y director.