Enric Majoral, con Formentera de musa, recibe el Premio Nacional de Artesanía

El joyero catalán residente en la isla, reclama al recibir el galardón que la artesanía recupere su prestigio

Enric Majoral (en el centro, con el trofeo) recibiendo ayer en Madrid el Premio Nacional de Artesanía 2007.

20/12/07 0:00

AGENCIAS / R. C. El joyero Enric Majoral (Sabadell,1949), Premio Nacional de Artesanía 2007, reclamó ayer al recoger su galardón en la sede madrileña del Ministerio de Industria que España impulse la artesanía, para que recupere el prestigio que siempre había tenido y que «ha perdido» en beneficio «de la producción industrial». La artesanía -añadió- permite recuperar oficios que casi se daban por perdidos, puede ser competitiva y crear empresa a la vez que origina «objetos únicos y bellos», nacidos de la inteligencia, la técnica y el corazón y que, además, «acompañan en la vida diaria».

Residente desde los años 70 en Formentera, isla que actúa de musa para su creación, Majoral se mostró orgulloso de su singular camino creativo: «No hay nada tan gratificante como realizar una actividad con compromiso con el entorno y las tradiciones y hacerlo desde una visión contemporánea», explicó en su discurso de agradecimiento por el premio, dotado con 14.000 euros.

Las obras de Majoral, con 35 años en el oficio, se caracterizan por la mezcla de materiales poco habituales en joyería, como la arena o la lana, y por la recreación de la naturaleza, especialmente la marina de Formentera. Una trayectoria que cada vez tiene más proyección internacional, como demuestra el hecho de que hasta agosto del próximo año tenga programada exposiciones en varias capitales de Europa y Estados Unidos. Además, dos piezas suyas figuran en la colección del Museum of Arts & Design de Nueva York.

El secretario general de Industria, Joan Trullén, respondió en su intervención que la «voluntad decidida» de su departamento es apoyar y promover la artesanía en el país» aunque ha reconocido que a veces es posible que haya un «problema de visibilidad del esfuerzo». A su juicio «es posible en un mundo global» aprovechar las tecnologías para la artesanía y que por ello «no hay confrontación», pero que las empresas artesanas deben ser capaces «de abordar los retos y competir abiertamente en el mercado».

Por su parte, la directora general de la Pequeña y Mediana Empresa, María Callejón, destacó que han sido 53 las empresas que han presentado este año su candidatura al galardón, avaladas por distintos gremios y asociaciones, valorando especialmente en ellas «la calidad unida a una estrategia de comercialización cada vez más sofisticada».

Los premios, que cuentan con otras tres modalidades -Producto, Innova y Promociona- los concede el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio para promover la actividad artesanal, reconocer la creatividad e incentivarla e impulsar su desarrollo.