Rafel Tur Costa, Marià Torres y Carles Fabregat presentaron la exposición, ayer en la galería Via 2 de Eivissa. Foto: IRENE G.

JULIO HERRANZ

La galería Via 2 de Eivissa acogerá a las 20,00 horas de hoy martes la segunda parte del homenaje que el Consell está dedicando a Rafel Tur Costa (Santa Eulària, 1927) con motivo de su 80º cumpleaños, que justo cumple hoy: una exposición con una treintena de obras realizadas por el reconocido artista en la última década; algunas de gran formato, otras series de formato medio y una en formato pequeño que ha titulado Asuntos de la trastienda. Abierta al público hasta el próximo 31 de diciembre, la muestra se complementa con un amplio catálogo, editado por la Conselleria de Cultura, productora de la iniciativa, como lo ha sido del libro de memorias Un al·lot eivissenc a la Guerra Civil, publicado por Editorial Mediterrània y presentado la semana pasada.

El conseller de Cultura, Marià Torres, presentó ayer la muestra en compañía de Tur Costa y del director artístico de Via 2, Carles Fabregat. «No soy crítico de arte, pero es una pintura que te obliga a hablar», apuntó Marià Torres, que elogió el trabajo del artista, afirmando: «No es una pintura secreta ni lúdica, sino tremendamente profunda»; y formuló una pregunta indirecta: «Sería cosa de que un día Tur Costa nos explicará qué es lo que hay detrás de esas ventanas blancas de sus cuadros». Al quite el artista, respondió: «No lo sé; y si lo supiera tampoco lo diría, porque perdería interés; creo que es mejor dejarlo así, en el misterio».

Entrando ya en materia, y echando el conseller una mano a los periodistas, Marià Torres pregunto a Tur Costa que por qué se había decantado por el informalismo. «Siempre fui aficionado al arte, que estudié un poco en Artes y Oficios; lo que pasa es que lo tuve que dejar para ponerme a trabajar y ayudar a la familia», confesó. Hasta que en 1955 se produjo una inflexión artística, e incluso sentimental, en su biografía: un grupo de estudiantes de arte contemporáneo de la Escuela de Berlín vino a Eivissa y Tur Costa se unió al grupo (en el que estaba quien luego sería su esposa), que le abrió un camino estético por el que sentía una afinidad innata, que se confirmó también con la frecuentación y las enseñanzas de los creadores que formaban el Grupo Ibiza 59, de quien se hizo amigo cotidiano.

La charla, convertida ya en una mesa redonda, derivó hacía la evolución cromática que había seguido la pintura de Tur Costa, bien colorista al principio de su trayectoria informalista. «El blanco fue ganando terreno de forma progresiva, sí», señaló el pintor, explicando que el colorido de su primera etapa se debió en parte a la influencia de Paul Klee, de quien era gran admirador el profesor de la Escuela de Berlín que vino a Eivissa en el 55.

Locuaz estos días, como rejuvenecido desde sus envidiables bien llevados 80 años, Tur Costa, por último, hizo una profesión de fe vanguardista: «Considero que la vanguardia ha de empezar por el propio artista; hay que mirar siempre adelante, que es lo que significa vanguardia, y no dormirse nunca en los laureles, porque si lo haces entonces sí que estás perdido», concluyó rotundo el recién estrenado octogenario, dipuesto a seguir dando caña.

Inauguración: Hoy, a las 20,00 horas en la galería Via 2 de Eivissa.