J. HERRANZ El tirón mediático del que disfruta actualmente Belén Rueda quedó claro ayer (como lo será hoy) con el montaje de Closer, de Patrick Marber, dirigido por Mariano Barroso, que interpretó ayer en Can Ventosa, junto a José L. García Pérez, Sergio Mur y Lidia Navarro. Dos funciones (algo poco frecuente en Eivissa) con las entradas agotadas desde hace días.

Con un público entregado de antemano, el hermoso, duro, tierno, lírico y seductor texto de Patrick Marber lució como merece en la interpretación de los cuatro reconocidos actores. Sin importar que muchos de los presentes ya conocieran la historia por la versión cinematográfica; e incluso la versión teatral en catalán (Acosta´t), que visitó el mismo escenario hace unos años servida por actores de mérito de la escena catalana.

Dos parejas fluidas, situaciones con las que más de uno y más de una puede sentirse identificados (incluso con remordimientos) como hilo conductor de una comedia que a veces parece drama y viceversa. «Es un texto elegante, limpio y ágil en su apariencia. Sus tripas, en cambio, muestran lo más bajo de la condición humana. Belleza estructural y crudeza emocional», ha precisado Mariano Barroso sobre Closer, cuyo montaje «es nuestra apuesta por un teatro libre y cercano al público; un teatro vivo y directo que le toma el pulso a una sociedad horizontalmente dividida. Un retrato de nosotros mismos, para todos los que son como nosotros, un espejo», concreto el responsable del montaje.