El obispo de Eivissa, Vicente Juan Segura, durante su intervención ayer en la iglesia de Santa Cruz.

JULIO HERRANZ La polémica creada entre en Obispado y el Ayuntamiento de Eivissa por una de las obras de la muestra Vamos a Ibiza (que terminaba el 30) en el centro de l'Hospitalet, anexo del Museu d'Art Contemporani d'Eivissa (MACE), se ha resuelto con el cierre de la iglesia desacralizada. La decisión fue tomada ayer por la alcaldesa de Vila, Lurdes Costa, «al entender que es espíritu de colaboración plasmado en el convenio ha desaparecido». Así, el Ayuntamiento se adelanta a la resolución jurídica del conflicto, atendiendo al escrito que el pasado 21 le remitió el obispo, exigiendo «el reintegro inmediato de la posesión del inmueble» en un plazo de 48 horas».

Con tal motivo, Lurdes Costa remitió ayer la apuntada comunicación al Obispo en la que le comunica «que a partir del día de hoy (por ayer) la iglesia del Hospitalet quedará cerrada al público, iniciándose las tareas de desmontaje de la exposición instalada según los planes previsto por los Museos de Arte Contemporáneo y Groninger». Misiva de la alcaldesa que concluye así: «Una vez efectuado el citado desmontaje y la desinstalación de elementos expositivos y de equipamiento en el menor plazo posible, se procederá a la entrega de las llaves del inmueble, dando pleno cumplimiento a la cláusula segunda del citado convenio».

Por otra parte, la manifestación de desagravio convocada el domingo por feligreses anónimos a través del móvil fue desautorizada ayer por el obispo. «No podemos hacerla, porque no cuenta con los permisos legales y la Iglesia siempre se ha mantenido dentro del Derecho», apuntó ayer en la iglesia de santa Cruz Juan Segura ante el centenar aproximado de fieles que acudieron al templo, punto de partida de la manifestación, que estaba previsto terminara con una sentada a las puertas de l'Hospitalet.

En cambio, el obispo propuso en desagravío «contra esta agresión a Jesucristo y a su iglesia» el rezo de un rosario; «y luego, cada uno a su casa», precisó, añadiendo que todo este polémico asunto «me ha hecho sufrir mucho». Aunque, «en compensación» ha ya recibido «numerosas llamadas de apoyo» de muchos feligreses y varias instituciones, «lo que me han dado gran satisfacción». No obstante, Juan Segura, quien no pudo quedarse a rezar el rosario porque al parecer tenía que celebrar una misa en la Cárcel, se mostró compungido por las dimensiones que habían tomado el escándalo mediático: «Hemos sido la vergüenza local, nacional y hasta continental», aseguró.

Por otra parte, una de las feligresas ofendidas por la obra de Ivo Hendriks, Carmen Gómez de la Serna (sobrina del heterodoxo y 'Gran Ramón') manifestó ayer ante varios medios que nadie sabía de dónde había surgido la idea de la convocatoria de la manifestación de protesta contra la obra de Hendriks, dentro de la amplia muestra colectiva de artistas holandeses relacionados con Eivissa desde los años 50 hasta hoy. «Lo he preguntado, pero nadie sabe de dónde salió la convocatoria. A mí me llegó por el móvil, y porque lo vi luego en los periódicos. ¿Satisfecha del resultado? Pues no del todo, porque el mal ya está hecho», señaló Gómez de la Serna, añadiendo que el problema de esta sociedad «es que no se respeta nada; por eso pasan estas cosas».