J. HERRANZ Con el nuevo material que ha ido acumulando en los últimos años, pruebas y documentos sometido a rigurosos análisis y reflexiones de síntesis, Nito Verdera acaba de publicar Cristóbal Colón. El libro de las falacias y relación de cuatro verdades, que será presentado el 4 de octubre en el Ateneo de Madrid y el 10 de octubre en el Espai Mallorca de Barcelona.

El prólogo corre a cargo de Estelle Irizarry, catedrática emérita de Georgetown University y miembro de la Academia Norteamericana de la Lengua Española, quien apunta que entre la cantidad de libros que existen «en torno a la enigmática figura» de Colón, «éste sobresale por su intrepidez, su amplitud y la magnitud de su propósito», precisa la académica, ponente en el Congreso sobre la lengua materna de Colón, celebrado en Eivissa el pasado año.

Desarrollado en capítulos concisos, divulgativos y con intención de síntesis, aprovechando el nuevo material acumulado en sus investigaciones, Verdera insiste en su nuevo libro que Colón no fue italiano, ni mallorquín, ni portugués, gallego o catalán, sino ibicenco. Tesis en la que lleva trabajando desde hace varias décadas.

«Mi teoría, después de haber realizado una larga y meticulosa investigación periodística apoyada por mi condición de piloto de la Marina Mercante, señala, previa eliminación de las teorías imposibles, que el descubridor del Nuevo Mundo era miembro de una poderosa familia de judíos conversos de apellido Colom afincada en Eivissa, que tuvo que exiliarse después de 1390 al Magreg central a causa de los asaltos a las juderías que tenían lugar en el Levante peninsular, Balears y Catalunya», resume Nito Verdera en la introducción de la obra, una teoría que desmenuza a lo largo de su nuevo trabajo colombino.