J. HERRANZ
Entre los 23 cortometrajes que participan en la cuarta edición del Festival del Mar (Festival Gay y Lésbico de Eivissa), que se está desarrollando hasta este jueves 14 en el Cine Serra, figura ¡Queridos Reyes Magos...!, de Javier Martín, protagonizado por los niños Gabriel Ignacio y Eva Martín. De 14 minutos de duración y rodado en 2005, el tercer cortometraje de este periodista y cineasta vallisoletano aborda el controvertido tema de la adopción infantil por parte de parejas homosexuales.

Desplazado a Eivissa invitado por el Festival del Mar, Javier Martín explicó ayer a este periódico por qué se embarcó en este proyecto: «La idea surgió a raíz de las manifestaciones del PP en Madrid en contra de la adopción por parte de los homosexuales. ¿Por qué nadie les preguntaba a los niños su opinión? Porque creo que lo que ellos buscan es que sus padres se quieran y los quieran a ellos, algo que puede pasar, o no, en cualquiera de las combinaciones posibles en las relaciones de pareja».

La suposición se confirmó cuando realizó el casting en Madrid. «Vi a más de 50 niños, pero no les di un texto para que lo dijeran; preferí preguntarles sobre el tema gay en situaciones improvisadas. Y fueron de lo más natural, incluso más abiertos que sus padres. Transmitieron directamente lo que yo quería decir con el corto, que lo que a los niños les importa es que sus padres se quieran. Y es que en los últimos años, la sensibilidad de la sociedad ha cambiado mucho respecto a estos temas», valoró el realizador de 30 años.

La presentación de ¡Queridos Reyes Magos...! fue en el Círculo de Bellas Artes de Madrid y contó con la colaboración de los socialistas, los colectivos de gays, lesbianas y transexuales de la capital «y gente del PP que apoya esta política de mayor tolerancia», precisó Javier Martín. Y de invitados especiales, a los niños de uno de los colegios próximos a la estación de El Pozo, una de las zonas afectadas por los atentados del 11-M. «Fue un estreno sonado, pero sin querer provocar a nadie, sino transmitir normalidad».