La fascinación que desde joven sentía Fernando Merinero por la figura de Bob Dylan fue el móvil que le impulsó a realizar el documentaTras las huellas de Dylan, que presentó ayer en la sección de documentales del International Film Festival, que se presenta en la Sala Aramon de Eivissa. Un elaborado trabajo que, finalmente, se quedó en 84 minutos, tras un primer montaje que duraba cuatro horas y en el que empleó unos nueves meses.

El documental está basado en la gira que el mítico cantautor realizó en 2004 por toda España. «Es increíble la capacidad de trabajo un personaje que, ya con 66 años, no para de dar conciertos. Toda una leyenda que representó unos principios y una filosofía para mucha de los hippies que vinieron a esta isla desde mediados de los 60», señaló el devoto dylaniano.

Las huellas de Dylan tiene como singularidad el que el protagonista del documental no toma parte activa en él, salvo de manera tangencial y casi como una sombra de su propio mito. «Aparte de que es un personaje totalmente inaccesible para la prensa desde hace muchos años, me interesaba más dedicarme a mostrar las huellas que ha dejado en España a gente de varias generaciones a las que ha marcado su música y su personalidad», apuntó Merinero. «Así, aparte de los muchos protagonistas anónimos que le siguen por los conciertos, algunos y algunas de una manera obsesiva, en el documental recojo los testimonios de admiradores como Sabina, Aute, Amaral o el poeta Benjamín Prado».

Con una banda sonora en la que aparecen 28 canciones de toda la larga trayectoria de Bob Dylan, Fernando Marinero informó que hay varias televisiones interesadas en emitir próximamente el documental.