Xavier Benlloch, director del IFF, presentó ayer a los miembros del jurado del festival.

Aunque en principio el cambio de escenario (del flamante Palacio de Congresos de Santa Eulària al ya veterano Cine Regio de Sant Antoni) parecía que mermaría el lucimiento de la gala de inauguración del I Ibiza & Formentera International Film Festival (IFF), afortunadamente no fue así. Y gracias, sobre todo, a la magia de la alfombra roja, todo un fetiche en cualquier festival que se precie. Así, desplegarla en la modesta calle donde se ubica el Cine Regio, con su atrezzo complementario correspondiente, provocó una reacción singular en los cinéfilos y curiosos que se agolpaban junto al cárdeno paño esperando atrapar en sus cámaras y móviles a alguna estrella o personaje más o menos relevante que llevarse de recuerdo atípico de Sant Antoni.

Aunque para captar tan deseada instantánea tuvieron que esperar más de lo que muchos hubieran deseado; pues sería sobre la medianoche cuando los invitados a la proyección de Partition (estreno internacional en el festival ibicenco) empezaron a hollar la inmaculada alfombra. Y, desde luego, no estaban todos los que asistieron a la fiesta de presentación en el hotel rural Atzaró; de los trescientos invitados, quedarían un centenar o así. Acaso porque al día siguiente quien más y quien menos tenía que madrugar para su jornada laboral.

Los que no faltaron, claro, fueron el protagonista de esa especie de Romeo y Julieta hindú, Jimy Mistri; el director de la Película, Vic Sarin; el productor, del quien nadie dijo su nombre; así como los miembros del jurado más animosos y dispuestos a la nocturnidad, que ya se sabe que es una virtud muy cinéfila.

JULIO HERRANZ

La Sala Aramon acogió ayer la presentación a los medios del jurado del I Ibiza & Formentera Film Festival (IFF), presidido por Antonio Isasi Isasmendi. El director de cine afincado en Eivissa se mostró «muy halagado» y consideró «un honor muy grande» presidir la primera edición de un evento al que deseó continuidad. «Después de varios intentos fallidos, se dan los primeros pasos para que se consolide un festival en serio», precisó el director de El perro, añadiendo: «El cine necesita a Eivissa y viceversa».

El jurado lo completan nueve figuras relacionadas con el séptimo arte en distintas o similares facetas: Jonathan Debin, productor ejecutivo de Hollywood, que acaba de rodar Seda, una adaptación de la popular novela de Alessandro Barico; Michael Hoenig, compositor, productor y guionista, con varios reconocimientos en su haber, sobre todo por la mítica Koyaanisqatsi; Ronnie Taylor, cámara y director de fotografía con más de cien películas en su haber, entre ellas Gandhi, por la que obtuvo un Oscar; Igor Fioravanti, director y guionista de El sueño de Ibiza; Demián Bichir, actor mexicano de amplia trayectoria; Steve Norman, miembro del grupo británico Spandau Ballet; Anwen Rees Hurt, productora británica de televisión; Timothy Burril, cineasta y responsable de varias entidades cinéfilas; Elfie A. Donnelly, guionista, y Paul Arató.

Aunque faltó ayer alguno a la cita con los medios, no ha habido ninguna baja en un jurado que el director del IFF, Xavier Benlloch, calificó estar formado «por personas maravillosas». Diez miembros para valorar las 18 películas de la Sección Oficial, la mayoría de ellas de cine independiente; una selección calificada de «muy interesante» por Isasi quien, en nombre de todo el jurado afirmó que «lo haremos lo mejor que podamos». Y él tiene experiencia en tales lides, pues ha presidido el jurado de los festival de San Sebastián, Berlín y Málaga.

Todos los miembros del jurado presentes ayer en Aramon repitieron más o menos los mismos elogios y los mismos deseos de continuidad. Por ejemplo, Demián Bichir, apuntó que «siempre había tenido ganas de conocer esta isla»; que su «romance con España viene de lejos, pues he trabajado con grandes actores españoles», y que era «un privilegio», ser miembro del jurado. O las elogiosas palabras de Timothy Burrill, toda una autoridad del séptimo arte, quien esgrimió dos razones por las que merece la pena apostar por iniciativas como la de este festival: «Porque sirve para animar a la gente a que salga de casa y vaya al cine; y porque es una gran oportunidad para ver películas distintas de las superproducciones de Hollywood».