Javier Pérez Arévalo, que actualmente trabaja en Palma como administrativo de la Autoridad Portuaria, fue el último farero de Formentera.

JULIO HERRANZ

El próximo 2 de junio, el Art Ensemble NRW, que dirige Miro Dobrowolny, interpretará en la prestigiosa sala Tonhalle de Düsseldorf El Canto de Ahorcados, de Javier Pérez de Arévalo, inspirada en el faro de la isla dels Penjats, próxima a Formentera. La obra fue compuesta en 1999, cuando el músico burgalés era el farero de esta isla; de hecho, fue el último, ya que desde su marcha en 2001 la informática suplió el viejo y legendario oficio. Actualmente, Pérez de Arévalo es administrativo de la Autoritat Portuària con destino en Mallorca. «Un par de veces a la semana me voy al faro de Porto Pi; sigo estudiando la documentación antigua y enseñando el museo», informó ayer a este periódico.

El Canto de Ahorcados, obra para saxofón y percusión, «la compuse basándome en los ritmos del faro y la vida de los fareros que allí vivieron. Como último farero de Formentera que fui, resulta de especial emotividad para mí que esa música sea interpretada en una sala tan renombrada». La pieza se estrenó en 1999 en Barcelona «por un saxofonista bastante conocido allí, Miquel Bofill; luego también se sacó el disco y es posible que se presente en Burdeos», concretó. Sin embargo, no ha sido interpretada aún en Balears, a pesar de que Pérez de Arévalo es miembro del Àrea Artística de la Fundación ACA, que organiza bastantes actividades musicales.

En su etapa mallorquina, Pérez de Arévalo ha ampliado sus horizontes musicales: «He seguido componiendo obras para orquesta sinfónica que se han estrenado aquí, así como obras de cámara. Y después, completándolo cada vez más con la filosofía; estoy ahora muy metido con el doctorado, más haciendo un master en bioética y desarrollando cosas sobre biotecnología. Todo eso es un complemento, aunque son estudios que se interrelacionan con la música», aseguró.