J. HERRANZ

El Ayuntamiento de Sant Josep, a cuyo municipio pertenecían varios de los marineros que fallecieron en el hundimiento del crucero Baleares en plena Guerra Civil, colabora en la producción del documental que desde hace unos meses está realizando el ibicenco José Luis Mir con la colaboración de otros tres colegas de la isla: Antonio Cardona, Santiago Ribas y Jaime Marí; cuatro amigos amantes del cine y derivados que a los efectos de encontrar recursos para financiar este proyecto se han agrupado bajo la etiqueta 'Deunoscuantos Producciones'.

El hundimiento del crucero Baleares, en manos del bando nacional y casi gemelo del crucero Canarias, tuvo lugar en la madrugada del 6 de marzo de 1938 como consecuencia de un bombardeo de la Armada republicana. El documental, basado sobre todo en los testimonios de los pocos supervivientes de la tragedia, se encuentra ya en fase de montaje, según precisó ayer Mir a este periódico, y será presentado al público a primeros de septiembre.

Según explicó el director del proyecto, una de las cosas más sorprendentes del hundimiento del Baleares es que aún no se ha localizado con precisión dónde está hundido, aunque sí que lo fue a unas 70 millas del Cabo de Palos y a ciento y pico de Formentera. «Le lanzaron 14 torpedos una flota republicana que se encontró por casualidad; sólo le dieron los dos últimos, que los lanzó el destructor Lepanto. La mitad quedó destrozado. Empezó a hundirse de proa tipo Titanic, con la popa levantada; y está hundido a más de mil metros».

El crucero Baleares tenía casi 200 metros de eslora y 1.200 hombres de tripulación. Se ahogaron en el ataque 788 hombres. De los supervivientes, sólo vive un mallorquín de 84 años que tenía 14 entonces; el resto son de la Península.