Imagen 'deconstruida' de la higuera más grande y vieja de Formentera

G. ROMANÍ / J. H.

La prestigiosa revista Quaderns d'Arquitectura, que desde hace más de 70 años edita el Colegio de Arquitectos de Catalunya, dedica en su último número dos reportajes en los que Formentera es protagonista: la casa taller del arquitecto formenterés Marià Castelló, que ya ha ganado algún que otro premio, y las grandes higueras de Formentera estudiadas como edificios arquitectónicos, en un reportaje de seis páginas firmado por Víctor Rahola, Stefano Cortellaro y Castelló. Los dos primeros, largamente vinculados a Eivissa, mientras que el arquitecto formenterés está desarrollando su trabajo creativo tanto en materia arquitectónica como en la recuperación del patrimonio histórico de la isla.

Castelló explicó a este periódico que «el artículo es una reflexión geográfica y territorial de la manera que tienen de crecer aquí las higueras, especialmente en una determinada zona de la isla, en Pla d'en Mestre, en la parte más estrecha y baja de Formentera. Al mismo tiempo hace hincapié de la forma en la que el hombre ayuda a su desarrollo en un crecimiento horizontal». Para ello los autores del estudio tomaron como ejemplo Na Blanca d 'en Mestre, la higuera más grande de cuantas hay en la isla con una base de tronco de tres metros de diámetro; una estructura diametral que ronda los 20 metros, y con una antigüedad de 96 años.

Para sustentar tal superficie y con el paso de los años se ha ido practicando la técnica de la sustentación de las ramas por dos motivos: impedir que lleguen al suelo porque volverían a enraizar y, sobre todo, para proporcionar cobijo al ganado. Marià Castelló señaló que este tipo de higueras puede considerarse como «arquitectura porque es la demostración o la manipulación de un árbol para dar cobijo; y por tanto responde a la definición de arquitectura como espacio construido o modelado por la manos del hombre». El joven arquitecto formenterés indicó que la primera persona, y hasta ahora la única, que había abordado las higueras bajo este concepto fue a mitad de los 80 el arquitecto ibicenco Elías Torres. «Nuestro trabajo es heredero de tal concepto, y cubre las carencias al respecto en materia de investigación», señaló.

Esta edificación precisa de 143 estalons o puntales de madera que están repartidos por las distintas perxades que vienen a ser las jácenas de un edificio convencional. La superficie construida, es decir el cobijo que da esta monumental higuera, es de 356 metros cuadrados. Sobre su desarrollo, los autores del reportaje hacen una reflexión respecto a cómo se va constituyendo la estructura horizontal, las perxades, ulls de pol y estalons, así como la labor de mantenimiento imprescindible para hacer posible que este edificio alcance tales dimensiones.