Una treintena de esperpénticos payasos, agrupados en ocho equipos de cuatro, se reunieron ayer en Vara de Rey en torno a Eric de Bont, como árbitro, para disputar el primer partido de fútbol gafing de la historia de Eivissa bajo la atenta mirada de numerosos niños y mayores.

Ataviados con la vestimenta más inadecuada para jugar a ser futbolistas (incluidos los zapatos de tacón o una regadera en la mano) los participantes hicieron una demostración de cómo se juega a este particular deporte que se incluye dentro del programa 'Eivissa por narices' y que pretende reclutar al mayor número de adeptos para participar en el torneo de fútbol que se celebrará el próximo 25 de marzo en el estadio de Can Misses.

Con unos vasos de plástico a modo de gafas, accesorio indispensable para saltar al terreno de juego, se enfrentaron en un primer rondo el equipo 'Papicratulips', llegados de Holanda y Hungría, y 'Cuatro Estaciones', formado por gente de Alemania, Italia, España y Brasil. Si esperpéntico era el vestuario, más lo fue la puesta en escena donde hasta el árbitro marcó algún gol. Por no hablar del resultado (-2 a 21). A este partido le siguieron otros tantos en el que se demostró el mismo estilo futbolístico y un gran humor. Sin duda alguna, lo importante fueron las risas del público. Y el objetivo de la iniciativa es que esas risas también se escuchen en los hospitales de Àfrica, Sudamérica, Asia y Europa del Este. Para ello, Eric de Bont junto al Ayuntamiento de Eivissa organiza esta iniciativa que prevé destinar la recaudación que se obtenga en el campeonato de fútbol gafing al proyecto 'Clown y hospital', basado en ofrecer un curso de formación gratuito para futuros payasos para que desarrollen su trabajo en los hospitales para mejorar la calidad de vida de los niños y apoyar su mejora. B. Roselló