J. HERRANZ

El investigador Pere Vilàs (Eivissa, 1944) ofreció ayer la segunda conferencia del VIII Curs de Cultura Popular, que versó sobre «La fabricación tradicional del sabó a les Pitiüses. Evolució històrica». Hoy será el turno de Vicent Marí Serra 'Palermet', quien hablará sobre «La fusta de les Pitiüses. Usos i eines tradicionals per treballar-la».

La elección de Vilàs para exponer el tema no podía ser más idónea. «Mi familia es de larga tradición jabonera. Desde mediados del siglo XIX lo estamos fabricando. Cuando vino mi tatarabuelo aquí no sabían hacerlo de forma industrial, así que se puso a ello. Luego siguió su hijo, mi abuelo, y después mi padre que continuó la saga hasta que salió lo de los detergentes industriales y tuvo que cerrar en el 60 o así, porque contra eso no se podía luchar», explicó a este periódico.

Entrando en el tema específico de su conferencia, Pere Vilàs apuntó: «Como los payeses eran autosuficientes, también hacía el jabón para la casa. El jabón es igual por todo el mundo, más o menos fino y con más o menos olor. Lo básico siempre es lo mismo en todas partes, la diferencia está en que los industriales comprábamos los productos a empresas químicas de la Península, mientras que los payeses tenía que arreglarselas con lo que tenían a mano», precisó Vilàs.

En cuanto al proceso concreto de elaboración del jabón tradicional en el mundo payés, resultaba bastante complejo y algo misterioso en sus resultados: «Los ingredientes principales eran sebo, grasa de animales; de oveja sobre todo; también de pollo y de conejo, pero la de cerdo no iba bien, no sé por qué. Más toda clase de aceites, ya quemados de tanto freír; y hasta algún trozo de tocino rancio que ya no servía para comer». Una vez revuelto todos los restos en un barreño, «se le añadía una lejía que sacaban de la destilación de la ceniza de la cáscara de almendra, pero la blanda de fuera». Una lejía que se obtenía quemando esas cáscaras y mezclando las ceniza con agua.

«Fíjate la porquería que lleva el jabón; pero curiosamente, y parece una paradoja, a través de la reacción química que provoca se obtiene un producto básico para la limpieza», subrayó Vilàs, añadiendo que tales métodos «pasaron ya a la historia; hoy no hay tiempo ni paciencia para eso».