Antoni Ribas Tur vive desde hace años en Barcelona. Foto: PAULA BOSCH

JULIO HERRANZ

Coincidiendo con la entrega del premio de este año, hace unos días se presentó en Vila de Vallirana (Cataluña), «Ciutats sense memòria», de Antoni Ribas Tur, ganador del Premi López Picó 2005, dotado con 3.000 euros y la publicación en la editorial Proa. Es el segundo poemario de este joven ibicenco de 28 años, tras «Mudançes», merecedor de un Premi Baladre del Institut d'Estudis Eivissenc. «Con el tiempo veo a aquel libro, de sólo 19 poemas, como un intento de recuperar determinados paisajes, determinadas experiencias, de crearme una identidad a través de la memoria», explicó a este periódico.

En cambio, en «Ciutats sense memòria» el tiempo ha obrado sobre la anterior ilusión con evidente deterioro. «El libro ha sido un viaje para mirar realmente lo que hay, la ciudad, que ya no es tan atractiva como antes. Es una mirada un poco más fría, porque te das cuenta de que las cosas no son como las esperabas. Responde a este desencanto de la realidad que te imaginas cuando la enfrentas con la realidad tal como es desde fuera», precisó Ribas Tur, licenciado en Historia del Arte. «Hasta enero trabajé en la sección de Arte de la librería La Central de Barcelona. Ahora estoy en paro y acabando un master de comunicación en crítica de arte en la Universitat de Girona», añadió.

Antoni Ribas Tur escribe poesía desde hace tiempo, «pero empecé a tomármela en serio cuando me vine a vivir a Barcelona». Su primer libro lo compuso «reuniendo poemas sin ningún tipo de planificación; pero en este segundo, desde el principio apareció de una manera bastante clara y rotunda. Mientras lo escribía, a veces tenía la sensación de ser simplemente un intermediario entre el poema y el papel», reconoció, añadiendo que, en principio, «lo quería plantear como una secuencia narrativa de diferentes poemas, pero Sam Abrams, que era cliente en la librería y nos conocíamos, me aconsejó dividirlo en secciones según los temas», señaló Ribas Tur.