JULIO HERRANZ

«Esta es una exposición especial, porque son obras de sala de la colección, las piezas buenas que ve el visitante del Museo de Capodimonte (Sicilia). Una selección magnífica, desde el Renacimiento hasta el siglo XVIII». Con estas palabras, Albert Ribas resumió a este periódico la causa de la excelente respuesta que está dando el público a la exposición «Obras Maestras del Capodimonte», un ambicioso proyecto dirigido por el reconocido gestor cultural ibicenco que se presenta hasta el día 28 en la sala salmantina de Caja de Duero, patrocinador de la muestra. «Es de lo mejor que he hecho en mi vida y está teniendo un éxito desmesurado, porque en lo que va de mes, y en una ciudad pequeña como Salamanca, ya han pasado más de 30.000 personas», apuntó Ribas satisfecho. «Obras Maestras del Campodimonte», un museo con el que ya trabajado en otras ocasiones, presenta 54 cuadros de autores pertenecientes a sus colecciones históricas, como El Greco, Ribera, Van Dyck o Tiziano. La exposición estará en Salamanca hasta el próximo día 28; se exhibirá de junio a septiembre en el Museo de Bellas Artes de Sevilla, y terminará su periplo en el Palacio Real de Madrid, donde será expuesta hasta diciembre.

El comisario de la muestra es Nicola Spinosa, con quien Albert Ribas ya ha trabajado en varias ocasiones. Respecto «Obras Maestras del Capodimonte» ha explicado que intenta «mostrar las grandes obras de todas las colecciones históricas que tiene el museo», entre las que citó la Farnese, la Borbónica, los Saboya, los Borgia, la escuela toscana y la veneciana. En la selección de las 54 obras expuestas, entre las más de 12.000 que posee el museo, se puede comprobar un entramado de influencias históricas y artísticas a través de una diversidad de pintores italianos, franceses, españoles o de los Países Bajos. Nombres entre los que figuran Mantegna, Rafael, Tiziano, El Greco, Ludovico y Annibale Carracci, Ribera, Luca Giordano, Mattia Preti, Jan Sons, Van Dyck... Un «Cristo crucificado» de Van Dyck, un «San Sebastián» de Ribera, «El soplo» de El Greco, o «Venus, Marte y Cupido», de Luca Giordano son algunas de las piezas más llamativas de la muestra.

Spinosa aseguró en la presentación de la exposición que para el elegir las obras «pretendíamos que la selección fuera un testigo de cada colección. Queríamos mostrar que las colecciones del museo son internacionales, no sólo de artistas napolitanos».El comisario, que es también el superintendente del Museo de Capodimonte, subrayó que «es la primera vez que organizamos una exposición de estas características con el museo abierto». El origen de este museo siciliano se remonta a la colección de arte Farnese, una de las familias más poderosas de la Italia del siglo XVI, pero no fue considerado museo hasta que Carlos de Borbón ordenó mostrar las pinturas en el Palacio Real que poseía en la colina napolitana de Capodimonte. Su apertura al público como museo, tras muchos avatares históricos, incluidos los saqueos de las tropas nazis durante la Segunda Guerra Mundial, se produjo en 1957.