Pedro Hormigo se ha inspirando en una fotografía clásica para realizar el proyecto del monumento dedicado a los salineros encargado por el Consell. Se trata de la imagen de un trabajador de ses Salines portando un gran cesto sobre la cabeza, que se ha plasmado ya en una maqueta que el escultor de Sant Antoni presentó ayer en la sede de la máxima institución pitiusa junto al conseller de Patrimoni, Joan Marí Tur.
De las dos propuestas que presentó inicialmente, una de ellas totalmente figurativa y otra con una línea más moderna, el Consell finalmente escogió esta última, en la que Hormigo trabajo con espacios vacíos y negativos. La idea del artista, según explicó ayer, «es intentar representar la desnudez del hombre en su trabajo» y que se palpe «el agua y la humedad de la sal» que empapan sus ropas. Con este fin, explica, aprovecha «el estudio de los agujeros», haciendo que «la ropa haga la impresión negativa del cuerpo».
La fundición en bronce de la pieza se realizará en Bilbao. Marí Tur explicó que el monumento tendrá una altura de 2,15 metros y se ubicará junto ala iglesia de Sant Francesc de ses Salines. La previsión es que se inaugure el 7 de agosto, durante los actos de celebración de las Fiestas de la Tierra, acompañando al discurso del presidente del Consell, Pere Palau, y la entrega de los premios Tanit. El presupuesto que el Consell invertirá en este monumento, incluyendo también las figuras que se entregan a los galardonados con los premios Tanit, es de 42.000 euros, según detalló Marí Tur.
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