El proyecto ganador del concurso para el nuevo IES de Sant Antoni.

Hasta el próximo día 20 la sede pitiusa del Col·legi Oficial d'Arquitectes de les Illes Balears (COAIB), en Can Llaneras, muestra una exposición de los anteproyectos presentados al concurso para el nuevo IES de Sant Antoni, que se construirá en Can Miculau. El jurado eligió como más idóneo el presentado bajo el lema «Una hoja es un árbol», firmado por Luis Velasco Roldan, Gabriel Golomb y Jaime Sicilia. «El proyecto lo hice yo; Gabriel me hizo una perspectiva, que está en el panel, y Jaime las fotos de la maqueta. Es gente con la que suelo trabajar, y con este equipo ganamos el año pasado en Inca un concurso también escolar. Circusntancialmente este concurso lo hice solo, porque ellos estaban trabajando en otro lado, pero el equipo lo vamos a formar los tres», explicó a este periódico Velasco.

Es la primera vez que este joven arquitecto mallorquín realiza algún proyecto para Eivissa. «La verdad es que me hacía mucha ilusión, porque admiro la arquitectura tradicional de la isla, compartida por algunos arquitectos racionalistas como Broner; referencia importante de lo que a mí me gustaría hacer», apuntó el «padre» del proyecto. «Charlando con uno de los miembros del jurado me dijo una cosa que enorgulleció, pues es la base del proyecto: 'nos gustó porque era el más ibicenco de los proyectos'», añadió.

Con un lenguaje coloquial, al alcance del ciudadano corriente, Luis Velasco explicó la «filosofía» con la que había abordado el proyecto: «El edificio parte del principio de la adaptación al entorno de la arquitectura popular de la isla, formada por pequeños volúmenes que se van agregando, y formando espacios de sombra, patios, las pérgolas... Toda una serie de elementos que van generando patios intermedios que permiten una mejor relación entre la gente». «En contra de intentar generar un instituto formado por una alineación de aulas con un pasillo y un patio, se trata de dispersar la construcción, hacer como un pequeño pueblecito. De ahí el lema de 'Una hoja es un árbol', por la intención de generar una ciudad donde cada aula esté diferenciada y a la vez relacionada con las demás de una manera más dispersa». «Sobre todo, que los protagonistas sean no tanto el espacio del aula, sino hacia dónde se abre, esas pérgolas, esos patios que fomenten la relación entre los alumnos. Porque es una etapa vital muy interesante para su socialización, para potenciar la charla entre pequeños grupos, el ligoteo; en una palabra, la convivencia», enumeró Velasco.