Los Reyes inaugurarán mañana en Ifema una 25 edición de Arco que arrancó ya ayer para profesionales del mundo del arte en un ambiente de gran optimismo. Unos empresarios confiados, además, en que, como indican las previsiones y hasta los círculos rojos que iban viéndose junto a no pocas obras, este será un óptimo año para ellos. De vaticinar esto último se encargó la directora de Arco, Rosina Gómez Baeza, que, quien al dar la bienvenida a todos, se refirió a un estudio del Banco de España que dice que «el arte se ha consolidado entre los españoles como el tercer objeto de inversión, tras la construcción y los productos financieros».

Con novedades como el programa «Dieciséis proyectos de arte español», dirigido por María Corral y con el que se quiere rendir un homenaje a la creación en este 25 cumpleaños, y con Austria como país invitado, en Arco hay este año 278 galerías de 35 países, con lo último en arte en todos los soportes, desde la pintura, que recobra peso entre los más jóvenes, hasta el arte digital, la escultura, la fotografía o el vídeo.

Otra de las novedades más visibles de la feria sea la forma en que la creación contemporánea se ha colado también en el pabellón 7 de Institución Ferial de Madrid, en el que en años anteriores se veía más arte moderno y primeras vanguardias, además de la desaparición como por encanto de los llamados chill-outs, tan denostados por algunos galeristas. «Hoy podemos por fin aspirar a que Arco sea la gran feria internacional de arte que aún no somos», señalaba Juana de Aizpuru, impulsora y primera directora de la feria.