Maria de la Pau Janer, fotografiada en Barcelona.

C. DOMÈNEC|BARCELONA

La escritora mallorquina Maria de la Pau Janer acaba de recibir el premio Planeta por «Pasiones romanas», una novela que sucede entre Mallorca y Roma. El próximo 8 de noviembre aparecerán en las librerías 215.000 ejemplares de la obra y comenzará la gira de promoción precedida por una cierta polémica respecto a su calidad literaria.

-Juan Marsé declaró, como miembro del jurado del premio, que las obras finalistas no tenían, según su criterio, la calidad suficiente. ¿Qué siente tras toda la polémica suscitada?
- Creo que es simplemente una anécdota, que da vida al premio. Es la opinión de uno solo de los siete miembros del jurado. Siento una alegría inmensa, una consolidación de un camino que empecé hace años. Durante la recogida del premio, me pasaron muchas sensaciones y personas importantes por la mente.

-¿Es «Pasiones romanas» la mejor de sus obras?
-Necesito tiempo para verla a una cierta distancia, ahora la tengo demasiado cerca.

-¿De qué trata?
-Es la historia de una mujer que vive dos grandes amores y que deja atrás su vida en Mallorca e intenta rehacerla. Es una novela de amores, encuentros y desencuentros que habla del poder del azar en la vida y de personajes que se buscan a sí mismos. Empieza con un personaje masculino que, mientras espera un avión de regreso a su casa de Palma, encuentra un objeto perdido de otro pasajero. Eso le da una pista de una parte de su vida que creía perdida.

-Menciona el sentido de las segundas oportunidades.
-Vivimos en una época de vorágines y absurdos. En cierto modo reivindico que los trenes pueden volver a pasar. La protagonista es Dana y escapa en tren hasta que encuentra la ciudad donde decide acabar, que es Roma. El tren tiene dos sentidos, el físico y el de las oportunidades que vuelven a pasar. A veces, hay trenes que llegan de nuevo y te invitan a que los vuelvas a tomar, aunque ahora te lleven a otra parte.

-¿Cómo aparece Mallorca en la novela?
- Los protagonistas son una mujer y dos hombres, un mallorquín y un anticuario romano. Dana vive y trabaja en Mallorca donde tiene una relación muy intensa. Su mundo se derrumba y decide reconstruir su vida en Roma.

-Usted ganó casi todos los premios literarios en catalán, ¿por qué se pasó al castellano?
-Para llegar a un público más amplio ya que domino las dos lenguas.

-Sus novelas recientes salen en ambos idiomas. Usted misma las versiona.
-Ha sido un gran esfuerzo pero prefiero traducirme yo misma, aunque sería mejor decir versionarme. Cambio frases y adjetivos, suprimo algunos párrafos y luego debo irme a la versión en castellano y adaptarlas. Es una forma de que ambas crezcan a la vez.