Uno de los grabados de la serie «Los fumadores.

El Museu d'Art Contemporani d'Eivissa (MACE) acogió ayer la inauguración de una exposición de obra gráfica de Picasso, formada por dos series, «Retrato de familia» (1962) y «Los fumadores» (1964, que estará abierta al público hasta el 30 de octubre. En la presentación de la muestra, Rafael Alcón, consejero de Bancaixa (propietaria de las obras), agradeció al Ayuntamiento de Eivissa y al MACE la buena acogida que están dando a estas colecciones de la entidad, como la de la serie «Caja de remordimientos», que fue presentada el pasado año. «Tenemos siete colecciones, que se irán presentando en Eivissa, porque nuestro compromiso con Balears incluye claramente la aportación cultural». Opinión compartida por Miguel Àngel Utrilla, gerente de la Fundación Bancaixa: «Nuestra idea es seguir colaborando con el Ayuntamiento de Eivissa y el museo», apuntó.

La exposición ha sido comisariada por Juan Carrete Parrondo, director del Centro Cultural Conde Duque de Madrid y miembro del jurado de la última bienal de Ibizagràfic. En el catálogo, ampliamente ilustrado, Carrete valora así las series que llegan ahora a Eivissa: «Aunque es un periodo corto de tiempo el que va del 21 de junio de 1962, cuando realiza en Mougins la primera litografía de la serie 'Retrato de familia', al 8 de septiembre de 1964, cuando hace, también en Mougins, el último grabado de la serie 'Los fumadores', es un periodo significativo por lo que tiene de singular en lo que concierne a su dedicación al arte gráfico. A partir de la serie 'Retrato de familia' y hasta octubre de 1963 se incrementó la dedicación de Picasso al grabado calcográfico y al linóleum: veintidós grabados los meses de noviembre y diciembre de 1962, y casi cincuenta linóleum, mientras que disminuye su actividad como litógrafo».

La serie «Retratos de familia» está formada por seis estampas realizadas con la técnica de la litografía. Parece estar inspirada en los treinta y tres monotipos de Edgar Degas con los que ilustró la obra «La Famille Cardinal», de Ludovic Halévys. En cuanto a la serie «Los fumadores», acompañada en el catálogo por un bello e irónico texto del escritor cubano fallecido recientemente Guillermo Cabrera Infante, la forman trece estampas, realizadas con aguatinta y barniz suave, técnica más apropiada para el color.

Entre la tradición y la renovación, Carrete apunta que «la obra gráfica de Pablo Picasso, junto con la labor que realizaron sus editores y galeristas, es fiel heredera del concepto de estampa que se formó en Francia a finales del siglo XIX, con el que se difundió el concepto de edición limitada, que revalorizaba el arte gráfico frente al de las artes industriales».

Desde 1905 a 1972, años de su primera y última estampa, Picasso realizó numerosas incursiones en este género, por lo que -apunta Carrete- «es tal vez el más notable artista gráfico del siglo XX».