Robert Hawkins da en Formentera una lección de cómo captar el instante

Hawkins estudió arte en la Boston School con R.H. Ives Gammer pero aunque era una de las escuelas de mayor nivel, pronto Robert dejó esta escuela por considerarla excesivamente academicista, pasando después a Filadelfia y otros puntos, para encontrar su propio estilo de la mano de James Kerr, un pintor del que Hawkins afirma que es el que más le enseñó.

Tras deambular por varios lugares, Robert Hawkins se instala en París, y desde hará un cuarto de siglo lo alterna con Italia y Formentera, como suelen hacer Erró, Antoni Taule, Marc Tara, Eduard Morel o Isabel Echarri, con quienes se han formado importantes vínculos de amistad.

«Excepto tres cuadros -explicó Hawkins-, todos son de este mismo verano; pero este tipo de pintura sólo es una parte del cuerpo de mi trabajo ya que tengo una larga serie centrada en las posidonias, retratos u otros temas». Pero, como reconoce el artista, en verano le gusta «pintar al aire libre, con un estilo contemporáneo para captar el instante y aprovechar el juego de las luces; por lo que en una primera fase de cada obra no empleo más de dos horas», explicó Hawkins señalando la diferencia entre «la memoria fresca", del principio y la imaginación posterior.

Robert Hawkins regresa pronto a París con motivo de unas jornadas de puertas abiertas de los estudios de un nutrido grupo de artistas de Montmartre y posteriormente se instalará unos meses en Italia.