El próximo viernes 9, a partir de la una de la madrugada, Lucas el mago repetirá espectáculo en el café-concierto Ítaka de Eivissa, tras el éxito del de la semana pasada. Una de las abundantes citas que está teniendo en su primera temporada en Eivissa este joven mago argentino de 20 años y seis de dedicación profesional, con actuaciones en numerosos países y en programas de televisión en su Argentina natal y países limítrofes; aunque hizo su debut a los 10 años en el Circo Moscú.

Con un notable sentido teatral y literario a la hora de trabajar unos espectáculos que se adaptan al escenario concreto, Lucas David di Giacomo (tal es su nombre de pila) tiene sus preferencias profesionales: «Lo que más hago es magia de escenario, pero manejo también la declose-up (de cerca) y el ilusionismo, que esta vez no traje a la isla, pero lo haré el próximo verano. Es hacer flotar a una chica, cortarla en tres partes, hacerla desaparecer... Para eso necesitas un equipo más grande y una puesta en escena especial. Este año ha sido para estudiar cómo iba aquí el mercado; de tanteo, digamos», precisó.

Reconoce que la palabra es «muy importante» en mi trabajo. «Leo mucho; me gustan autores como Coelho y Neruda. Escribo en los aviones, por la noche en los hoteles. Escribo historias a partir de anécdotas, luego busco la música (de todo tipo), la escenografía, el vestuario, y doy al público esa historia a través de la magia», explicó con vehemencia y abundancia de discurso.

Preguntado por el grado de desarrollo en el que se encuentra actualmente, Lucas se mostró confiado en su futuro: «Empezando a despegar de la pista. La carrera que hizo ese avión fue larga, difícil y complicada, pero terminó por despegar; y creo que el vuelo va a llegar muy alto». Y con querencia por el ilusionismo, «que es el grado más algo de la magia. Donde hay también que saber actuar, bailar y transmitir sin hablar lo que uno quiere hacer sentir».

Con ofertas para hacer pronto televisión en España, no se imagina cómo será su vida profesional a los 40 años. «Soy muy exigente, pero mi ambición no es llegar a la perfección, sino alcanzar la excelencia», subrayó con cierto orgullo el joven mago, satisfecho por conocer y trabajar en una isla, «que dicen que es algo mágica. Acaso por eso es tan receptiva a lo que hago; tanto en lugares más armados, como en el Club Med, como en discotecas y otros escenarios», apuntó Lucas, que pronto volverá a Madrid, regresará por un break a su Argentina, y tornará a Europa tras actuar en Río.