Doralice Souza con una de las obras que presenta en la exposición de Sant Joan.

El Centro Cultural de Sant Joan (CCSJ) acogerá a partir de las 20,30 horas de mañana sábado la inauguración de la exposición «Miradas transreales», de Doralice Souza y Ute Flemming, que estará abierta al público hasta el próximo día 18. El horario de visitas, de martes a domingo, es de 11,00 a 14,00 horas. La muestra conjunta de estas dos pintoras, ibicenca y joven la primera y alemana y madura la segunda, continúa la filosofía de los encuentros creativos que el CCSJ lleva ofreciendo en los últimos tiempos.

Según ha explicado a este periódico el director del centro, Holger Dunckel, «ambas artistas tienen una escritura muy parecida en su trazo. Lo que les une es el 'efecto trans'; tanto si recordamos las mariposas de la última exposición de Souza o la que presentó hace dos años sobre ovejas Flemming. En ambos casos lo que nos propusieron fueron sus miradas transreales de un entorno natural». Y Dunckel profundiza en el sentido conceptual de ambos trabajos. «Contemplando la pintura de estas señoras nos encontramos en el verdadero núcleo del arte, que no es algo meramente decorativo para colgar en un rincón de la casa. Aquí el arte se hace intercomunicativo y nos hace comunicativos. Digamos que se abre un foro donde se puede experimentar algunas secuencias de lo infinito que se esconden en toda apariencia», precisó.

En apoyo de su teoría, el director del CCSJ recurre a referentes de prestigio: «Es precisamente esto lo que unió a las manzanas de Caravaggio y las de Cezanne; es la estructura secreta que une las tantas y tan distintas palomas que Picasso pintó a lo largo de su vida. Es lo que sugirió San Juan de la Cruz en estos crípticos y hermosos versos: 'Éntreme donde no supe/ y quédeme no sabiendo,/ todo saber trascendiendo'. Porque en el caso de estas dos artistas sus miradas nos abren un espacio verbalmente nombrado, lo inefable, a través de sus experiencias en colores y trazos que nos hablan de la realidad diversa».

Con una explicación menos conceptual, Doralice Souza explicó a este periódico lo que, según ella, une ambas propuestas: «El punto de encuentro es que las dos usamos la naturaleza como referente para explicar muchas cosas. No sólo en el sentido real, sino para aludir a algo más trascendental, escondido, universal; la esencia, digamos».

Para la ocasión, Doralice Souza ha seleccionado obras de distintos tamaño, realizada con acrílico sobre tela y técnica mixta, más cuatro dibujos y tres objetos luminosos; mientras que Flemming expone siete cuadros entre medianos y grandes y nueve dibujos.

Sobre las mariposas que Souza lleva a Sant Joan, están a medio camino entre las líneas creativas que ha seguido en los dos últimos años, que se corresponden a las series «Metamorfosis», «Espais Interiors» y «La revolució del silenci». «Está en la línea de Metamorfosis, con el mismo estilo relajante y algo japonés, pero con colores más fuertes, intensos. Digamos que la metamorfosis se ha dejado empapar de los espacios interiores», precisó la joven artista ibicenca de origen brasileño, quien tiene actualmente en el Col·legi d'Arquitectes un «libro de artista» en la muestra colectiva que ha organizado en esta entidad la rama pitiusa de la Associació d'Artistes Visuals de Balears (AAVIB): «Ahora estoy empezando a trabajar en otras cosas que no son propiamente pintura, sino algo más fresco y ligero; menos serio acaso que el planteamiento con el que trabajo la pintura. Lo pueden comprobar los que pasen por Can Llaneras para ver la muestra de libros de artistas», concluyó.