La última jornada de la Mostra de Jazz Injuve 2005 estuvo formada por tres conjuntos bien diferenciados, con los cuales se alargaría la velada hasta las dos y media de la noche. El baluarte de Santa Llúcia estuvo más lleno que nunca para disfrutar de la noche. Y los músicos que subieron al escenario demostraron que la ocasión bien lo merecía.
Poco pasadas las diez de la noche se inició la velada con Sergio Contreras & Josep Tutusaus Quintet, un conjunto catalán formado por músicos de distintos territorios como Chile, Las Canarias, Argentina o Cataluña y decantado claramente por el latin jazz.
El concierto del quinteto se basó en temas compuestos por los mismos músicos de la banda. Habitualmente eran introducidos por sus dirigentes: Sergio Contreras con la trompeta y Josep Tutusaus con el Trombón. A partir de ellos todos los músicos iban pasando por su momento solista, marcando un ritmo claramente latino, sobre todo gracias a los tumbaos con que nos alegró el piano de José Alberto Medina y las recurrentes fórmulas del batería Salvador Toscano. Con temas como El Pulpo, composición de Josep Tutusaus, el latin jazz invadió a los asistentes con su correspondiente alegría y buen ambiente.
Tras una breve pausa, suficiente para poder preparar el escenario llegó el segundo conjunto de la noche: Jazz Sextet of Rostov, grupo ganador del certamen de Getxo 2004. Este jovencísimo sexteto llegaba a Ibiza tras realizar un largo viaje desde Rusia, un país como bien dijo José Miguel López , que no relacionamos con el jazz. Pero bien se encargaron de demostrar que el jazz no tiene por qué ser atribuido a un lugar concreto, pues en la fría Rusia también dominan el lenguaje jazzístico ¡y cómo lo dominan!
Sobre el escenario aparecieron seis jóvenes rubios liderados por una sección de instrumentos de metal : saxo tenor con Denys Krents, trompeta con Evgen Rechkalov y trombón con Evgen Belin. Los tres músicos iban bien conjuntados ataviados con pantalones negros y camisa blanca, siendo una nota original las gafas de sol que el trompetista, Eugeny Rechkalov, no se quitó ni un instante. Destacando también por su elegancia encontramos a la única mujer músico de la velada sentada frente al piano, Viktoriya Berkaeva. A ellos se sumaban el bajista Pavel Filippov y el batería Zurab Berkaev.
Entre los jóvenes destacaba una notable timidez a la hora de acercarse al micrófono para presentarse a ellos mismos. Realizando un fuerte esfuerzo para expresarse en inglés adelantaron que dentro de su concierto se iban a encontrar standards de jazz y también temas suyos. En un contraste evidente con esta timidez de palabra Jazz Sextet of Rostov mostró un desparpajo impresionante en su música, dando valor al hecho que a veces la música es el mejor lenguaje que existe para comunicarse.
El conjunto ejemplificó en su concierto el eclecticismo que existe en la actualidad dentro del jazz y del cual hacía mención el presentador de la Mostra justo antes de su aparición. A lo largo del concierto pudimos apreciar como dominaban lenguajes muy distintos dentro del jazz, tanto baladas, como una versión del famosísimo tema Sunny, un folk blues en el que pudimos encontrar un lenguaje de la sección de metal muy cercano a las populares fanfarrias gitanas de la zona de Moldavia y Ucrania, como ellos mismos explicaron, o el latin jazz, con una pieza que despertó el entusiasmo de los asistentes.
Ya cerca de la una de la noche y con una asistencia de público tan numerosa que llegaba a abarrotar el baluarte, apareció Avishai Cohen Trío. El conjunto está formado por Avishai Cohen al bajo acústico y eléctrico, Mark Guiliana a la batería y percusión, y Sam Barsh en el piano y los teclados.
La banda, liderada por Avishai Cohen, bajista conocidísimo alrededor del mundo a raíz de formar parte del trío de Chick Corea, llegó a Ibiza como último concierto de su gira europea de presentación de su último trabajo, At Home.
Avishai Cohen supo ganarse al público desde el primer momento dando gracias a Dios por la belleza del escenario en que iba a tocar. Sinceramente, gracias a ti Avishai por la música que nos ibas a regalar. Su dominio del contrabajo era tan absolutamente genial que pudimos apreciar como, de un instrumento habitualmente relegado a un segundo plano, era capaz de extraer las melodías de más clara belleza. Pudimos ver como movía hábilmente sus largos dedos con un control total, ayudándose en ocasiones de rítmicos golpes en la caja del contrabajo así como de su propio canto. Avishai se demostró un músico absolutamente genial.
Y no sólo era su música y sus palabras, toda la gestualidad del bajista transmitía una estética encantadora, de pie abrazado a su contrabajo mostraba una confianza en sí mismo tal que se podía apreciar como realmente bailaba con su instrumento, casi como una continuación de sí mismo.
La conexión entre el trío y el público fue total. Se creó una atmósfera intimista cuya intención se desvela con el mismo título del trabajo At Home. Como en casa nos sentimos gracias a estos músicos en los cuales el lenguaje jazzístico no paraba de fluir con enorme claridad. Las intervenciones era tan absolutamente magistrales que levantaban continuas ovaciones.
A lo largo del concierto fueron apareciendo momentos de un alarde rítmico que llevaron a muchos de los asistentes a levantarse de sus sillas para moverse a su ritmo. Mark Guiliana contribuyó calentando el ambiente gracias a espectaculares demostraciones de creatividad rítmica, con momentos en que realmente salía del tema en que se encontraban para guiarse por parajes musicales propios de una creatividad impresionante.
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